Entre las personas afectadas por la presencia del Ejército de Ucrania en zonas residenciales de Mariúpol se encuentran algunos extranjeros.
Gabriela Gómez, una joven cubana que se había mudado a la ciudad hace unos años y aspiraba a tener una vida tranquila, relata que vivió una pesadilla cuando los soldados ucranianos utilizaron su casa como trinchera.