miércoles, 22 de febrero de 2023

 Continuidad


 Mario Miguel Dìaz Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba y
Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y

Msc. Roberto Reinaldo Dávila Cabrera / Académico cubano

He publicado antes, ideas de Fidel, expuestas a distintas personalidades, en entrevistas, a la prensa y otros medios de difusión, en distintos momentos históricos del proceso revolucionario cubano, sobre la continuidad de la Revolución Cubana.


El tema tiene actualidad y vigencia, constituye una necesidad para mantener el camino de victorias en el enfrentamiento a las acciones de los odiadores, de aquellos que apuestan por la destrucción del futuro del país, de la nación, plegados a los enemigos de la Revolución con el deseo desenfrenado y pensando que pueden llegar a ser grandes capitalistas, dueños del gran capital, como fenómeno masivo y que es el camino para salvar a Cuba de un futuro socialista o comunista.

No obstante, en Cuba estamos viviendo una nueva realidad que no se asemeja para nada a los deseos e intenciones de esos odiadores. El compañero Miguel Mario Díaz Canel Bermúdez, Presidente de la República y actual Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, expresó en el VIII Congreso de la organización política dirigente de la Revolución y del país lo siguiente:

“La Generación del Centenario del Apóstol, guiada por Fidel y Raúl a lo largo de más de seis intensas décadas, puede declarar hoy, con dignidad y orgullo, que la Revolución Socialista que hicieron a solo 90 millas del poderoso imperio, está viva, actuante y firme, en medio del vendaval que estremece a un mundo más desigual e injusto, después del derrumbe del sistema socialista mundial.”(1)
“Y esa generación puede decir mucho más. Puede afirmar que la Revolución no termina con ella, porque logró formar nuevas generaciones igualmente comprometidas con los ideales de justicia social que tanta sangre ha costado, de los mejores hijos de la nación cubana”.(2)
“Gracias a esa paciente labor de años, hoy se verifica aquí un hito en nuestra historia política, que define al Octavo Congreso como el Congreso de la Continuidad. Y el principal abanderado de ese proceso ha sido el compañero General de Ejército Raúl Castro Ruz (Aplausos)”.(3)
“El compañero Raúl, quien ha preparado, conducido, liderado este proceso de continuidad generacional con tenacidad, sin apego a cargos y responsabilidades, con elevado sentido del deber y del momento histórico, con serenidad, madurez, confianza, firmeza revolucionaria, con altruismo y modestia, por mérito propio, por legitimidad y porque Cuba lo necesita, será consultado sobre las decisiones estratégicas de mayor peso para el destino de la nación (Aplausos). Estará siempre presente, bien al tanto de todo, combatiendo con energía, aportando ideas y propósitos a la causa revolucionaria, a través de sus consejos, su orientación y su alerta ante cualquier error o deficiencia, presto a enfrentar al imperialismo como el primero con su fusil en la vanguardia del combate”.(4)

No solo es el discurso político de un evento de tal naturaleza lo que confirma lo que escribo. En este evento se estaba dando información y rindiendo cuentas de los procesos que caracterizaron al país en esa etapa, donde paulatinamente, con gradualidad y objetividad, miles de jóvenes de las más variadas profesiones, oficios, funciones sociales y empresariales, en las FAR, el MININT y en el propio Partido, asumían la responsabilidad de la conducción del país y su Revolución, proceso que continúa con éxitos, a pesar de los odiadores.

Desde ese evento, se han producido en Cuba muy variados acontecimientos. Gracias al proceso que menciono, jóvenes son las caras de la mayoría de los integrantes de la dirección central del país y sus instituciones, lo que se repite y multiplica en provincias, municipios y centros de trabajo o estudios, unidades militares, barrios, comunidades, organizaciones, replicando lo que ha sido siempre una realidad: la Revolución es obra de todos, pero siempre han predominado, los jóvenes, con sus formas actuales de pensar y actuar, desafiantes, asumiendo siempre nuevos retos, del tipo que sean.

Y han sido muy duras las misiones y tareas enfrentadas, que no tienen nada que envidiar a las realizadas en etapas anteriores, porque lo ocurrido en los últimos tres años tiene poca similitud en magnitud y frecuencia, a otras etapas del país: Desastres naturales y por obra del hombre, incremento del bloqueo.

Como nunca antes el pueblo siente sobre sí de forma directa las consecuencias de las carencias que provoca el bloqueo, causa más directa de sus sufrimientos y avatares diarios para la subsistencia, aunque sería una inconsecuencia no reconocer los propios errores que también contribuyen a tal situación, sin que sea predominante ni determinante.

A lo anterior se debe agregar la consecuencia directa de la guerra que en el campo mediático se realiza contra Cuba, a través de la red de redes, con campañas contra los dirigentes y sus familiares, con la tergiversación de hechos, con la publicación de noticias falsas, con potenciación de la publicación de contenidos en contra de la Revolución. Expresión de la continuidad es lo planteado por Díaz-Canel en la clausura de la Conferencia Internacional Por el equilibrio del Mundo cuando expresa:


“... la fe profunda de sus ideales y la verdad como guía le permitieron a Martí, y más tarde a Fidel, movilizar conciencias y hacer la revolución y sostenerla. Los  dos hablaron y escribieron infatigablemente para sus contemporáneos y para los nuestros, para su tiempo y para este.” (5)
Retomar el tema de la continuidad, ya abordado antes, constituye una necesidad, ante todo ideológica y política, pero también para cualquier otro asunto de los que nos acompañan hoy en el quehacer del país y su Revolución, del cual puede ser ejemplo la familia y cómo se garantiza el futuro a través de esa célula esencial de la nación.
En un trabajo que recién he leído y estudiado, no por casualidad, encontré la siguiente oración: “El pensamiento marxista sujeto a diferentes recepciones condicionadas por factores como subjetividad de los supuestos continuadores...”.

De ahí la afirmación que situé más arriba, de que el asunto es ideológico y político, porque el artículo hace una propuesta nada sencilla, referida a la necesidad de una relectura del pensamiento de Gramsci para su extrapolación y aplicación en el proceso de reactualización del poder revolucionario en Cuba.

Ya tuve la posibilidad de escribir un artículo introductorio de mis opiniones más inmediatas sobre el contenido de esa propuesta, pero de los asuntos referidos a algunos conceptos lo inicio ahora, y ocuparán mi atención y seguimiento.


Calificar como “supuestos continuadores” del pensamiento marxista y del proceso práctico de desarrollo de la Revolución cubana, no puede ser más que una apreciación completamente subjetiva, pero también despectiva o desprecio por los que con su esfuerzo permanente hacen y dirigen el proceso revolucionario cubano.

Un verdadero teórico del marxismo-leninismo, que no es solo “marxista”, como algunos pretendieron y pretenden desde hace años en Cuba, pienso que nunca tendría ni un desliz en tal sentido, porque tanto Marx, Engels, Lenin. Fidel, y el propio Gramsci, siempre fueron respetuosos con sus adversarios, del tipo que fueran, a pesar de los fuertes debates y discusiones que tuvieron lugar para que la teoría y la práctica revolucionaria se hicieran realidad alguna vez en este mundo, y venciendo obstáculos que parecían insalvables. Además, fueron los primeros que lo lograron, con todo lo que eso implicó para el proceso. 

La Academia en Cuba, que yo sepa, nunca trastocó la relación teoría-práctica, ni la práctica revolucionaria cubana limitó el desarrollo de la primera. Más bien, siempre creo para su desarrollo. Claro que han existido personas que en nombre de la Academia se enfrentaron y obstruyeron la marcha de los caminos elegidos para bien o para mal, porque nadie es perfecto ni infalible, con teoricismos muy alejados de la práctica, que a la larga traicionaron la Revolución, quizás pensando que los postulados teóricos que defendían eran los únicos válidos, verdaderos, haciendo gala de mucha autosuficiencia.

No es el debate teórico lo que se cuestiona, que es necesario y siempre fortalece, aunque existan diferencias, es el contenido y la forma de decir las ideas y también la actuación práctica, que como se podrá interpretar, tiene que ver con la posición política y práctica de la marcha de la revolución, porque por ese camino he visto a muchos abandonarlo y traicionar, pasándose a las filas enemigas y entonces cargando contra los que hasta ayer eran sus camaradas o compañeros.

El tema de la continuidad no puede concluir con estos desvaríos (palabra que robé a un amigo, que seguro me la presta) de alguno o algunos, porque entre otras cosas, está marcando este período histórico del desarrollo de la Revolución, que como demuestra la vida y nuestros enemigos de siempre y de cualquier lugar, está en muy buenas manos, de forma masiva y con el apoyo mayoritario del pueblo y la juventud patriótica cubana, incluso algunos que pueden estar en estos momentos fuera del país por causas muy diversas.

Tenemos y tendremos continuidad teórica marxista-leninista, partido dirigente comunista, Gobierno revolucionario socialista y comunista, juventud y pueblo  patriota, socialista, y comunista, en unión con los que nos siguen y apoyan nuestra lucha, aunque no compartan algunos de esos adjetivos-calificativos, así como mucho por hacer para avanzar por el camino de independencia y soberanía elegidos.
 

Notas bibliográficas
1.-Díaz Canel , M. (2021). Discurso clausura del VIII Congreso del PCC. https://www.presidencia.gob.cu/es/presidencia/intervenciones/discurso-pronunciado-por-miguel-mario-diaz-canel-bermudez-primer-secretario-del-comite-central-del-partido-comunista-de-cuba-y-presidente-de-la-republica-de-cuba-en-la-clausura-del-octavo-congreso-del-partido/
2 -Idem 

3.- Idem
4.- Idem
5.- Díaz Canel, M. (2023). Discurso clausura VI Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo. La Habana. https://www.presidencia.gob.cu/es/presidencia/intervenciones/discurso-pronunciado-en-la-clausura-de-la-v-conferencia-internacional-por-el-equilibrio-del-mundo/


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