José Luis Rodríguez * / Tomado de Cubadebate
* Asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM). Fue Ministro de Economía de Cuba.
Durante el primer semestre del 2022, si bien se observa el inicio de un discreto proceso de recuperación económica, las dificultades no han cesado, especialmente en el terreno de la energía.
El bloqueo de EE.UU. continúa siendo el obstáculo fundamental para esa recuperación, el que se mantiene sin cambios sustanciales. Únicamente el 16 de mayo el gobierno norteamericano anunció un grupo de medidas de flexibilización en los vínculos con Cuba, las que incluyeron la eliminación del límite impuesto por Trump de 1 000 dólares trimestrales a las remesas; la ampliación de vuelos de las líneas aéreas a todas las provincias del país; el restablecimiento del programa de reunificación familiar y el aliento al crecimiento del sector privado en Cuba mediante un mayor acceso a internet, entre las medidas más significativas. Se trató de un paso en la dirección correcta, pero que dejó intactas las 243 medidas implementadas por Trump y que llevaron la persecución financiera contra Cuba a niveles inéditos en los últimos años.[2]
Paralelamente, la dinámica de la economía mundial muestra en los meses transcurridos del 2022 tendencias mayormente desfavorables para el comercio exterior cubano. Al respecto resulta evidente el impacto de la crisis generada por guerra que estalló el 24 de febrero entre Rusia y Ucrania.
Este conflicto repercutió directamente en el precio de los productos básicos. En el caso de Cuba resulta significativo el aumento el precio del níquel, que de un promedio de 18 452 USD/TM en 2021, cerro entre enero y julio del 2022 -como promedio- en 27 612 dólares, para un incremento del 49.4%, habiendo alcanzado un record histórico de 48 078 dólares por tonelada en marzo del 2022.[3] Por su parte, el precio del azúcar crudo aumentó un 5.9%, llegando a 18.92 centavos por libra durante el primer semestre de este año.[4]
Por otra parte, nos ha afectado muy negativamente el aumento del precio del barril de petróleo WTI, que pasó de 68.21 USD como promedio en el 2021, a 101.59 dólares en los primeros seis meses del 2022, para un incremento del 48.9%.[5] En el caso de los alimentos, los precios promedio a la altura de junio del 2022 resultaron un 23.1% por encima de junio del 2021 y crecieron un 22.8% en relación al cierre del año pasado. En este caso se destaca el aumento del 48.5% en los precios del trigo y del 24.9% en los productos lácteos. No obstante, se observa un ligero descenso de los precios de los alimentos al cierre del semestre, luego del máximo nivel alcanzado en marzo.[6]
Desde el punto de vista de las finanzas externas, se continúa pronosticando para la economía mundial una tendencia a la disminución y al estancamiento en la inversión extranjera directa, luego del pico de 1.6 billones de dólares alcanzado en el 2021. Al respecto recientemente se informó en Cuba que se tramitan 57 nuevos negocios con un capital aproximado de 5 000 millones de dólares. No obstante, entre el 2020 y el 2021 se aprobaron solo 47 nuevos negocios de los que se habían constituido 25. En síntesis desde el 2014 se han aprobado únicamente 285 nuevos negocios, de los que 29 fueron reinversiones, cifra –que en términos financieros- resultan muy inferiores a las necesidades calculadas entre 2 000 y 2 500 millones de dólares anuales para alcanzar ritmos de crecimiento en torno al 5% cada año.[7]
En relación a otro aspecto del financiamiento externo de la economía cubana, el flujo de remesas que ingresaron al país mostró un descenso del 26% entre 2019 y 2020, al caer de un estimado de 3 171 a 2 348 millones de USD según fuentes no oficiales. Este flujo se redujo aún más en el 2021 calculándose el mismo en solo unos 1 000 millones de dólares.[8]
Por otro lado, se incumplieron por Cuba los pagos del servicio de la deuda ya pactados desde el segundo semestre del 2019, situación que se recrudeció en el 2020, el 2021 y lo que va del 2022.
Esta coyuntura obligó a Cuba a solicitar una nueva renegociación de pagos a los acreedores del Club de París en mayo del 2020, para posponer los adeudos y los pagos correspondientes al 2021, con vistas a reiniciarlos en el 2022. No obstante, esto no se logró y únicamente se pospusieron los pagos del 2020. Al respecto recientemente se conoció de un acuerdo con el Club de París que estableció un plazo suplementario para el pago de la deuda, aunque no se conocen más detalles del mismo.[9] También se conoció –extraoficialmente- que se logró posponer los pagos del servicio de la deuda hasta el 2027 en los casos de Rusia y China, aunque se imputarán intereses moratorios por esa posposición.[10]
Hoy es preciso subrayar que la renegociación de la deuda vencida y no pagada resulta esencial para Cuba en las actuales condiciones. Nuevas formas de pago –con un mínimo de liquidez- tales como swap de deuda por inversiones, pagos en moneda nacional con tasas de cambio preferenciales, emisión de bonos de deuda pública, recompra de deudas con descuentos, cancelación de deudas bajo el principio de obligaciones mutuas y pago de deudas con flujos de ingresos de determinadas exportaciones de bienes o servicios, se destacan entre las variantes a aplicar a la brevedad posible para restaurar los flujos financieros externos que resultan indispensables. Adicionalmente y más allá de la actual coyuntura, en una estrategia financiera a mediano y largo plazo, también es necesario prestar atención a la necesaria sostenibilidad del proceso de endeudamiento externo.
En general, la compleja situación internacional que se ha creado impone costos adicionales a la economía cubana y está retrasando la recuperación económica prevista en los planes para crecer un 4% este año, objetivo, que al cierre del primer semestre del 2022, está seriamente afectado por el incremento en los precios de las materias primas y el combustible producto de la guerra de Ucrania, la lenta recuperación del turismo y la agudización de la crisis en la generación de energía eléctrica que hoy se padece.
A los factores externos mencionados se sumó la irrupción de la COVID 19 desde el primer trimestre del 2020, con impactos que se han extendido hasta el primer semestre del 2022 y aunque se reporta un gradual descenso de los enfermos afectados y de la mortalidad registrada, en el segundo trimestre del año se aprecia un aumento del número de casos y -en paralelo- se observa un incremento de los casos de dengue en todo el país, lo que impone una rigurosa observancia de las medidas sanitarias orientadas y un monitoreo constante de la evolución de la enfermedad.
En síntesis, hasta el cierre de julio del 2022 los enfermos de COVID-19 detectados alcanzaban la cifra de un millón 107 985 personas, para el 9.8% de la población. Las personas fallecidas llegaban a 8 529 para una tasa de letalidad de 0.77%, lo que compara favorablemente con la tasa mundial que era de 1.11% hasta la fecha mencionada.
En estos momentos todo parece indicar que solo mediante la vacunación masiva de las personas –que ya alcanza alrededor del 91% de la población- y que incluye varias dosis de refuerzo, será posible frenar la enfermedad y retornar gradualmente a la nueva normalidad a partir del segundo semestre del 2022.[11]
II
Como consecuencia de lo expresado hasta aquí, en el primer semestre del 2022 , la situación de la economía nacional continuó reflejando fuertes impactos externos debido a la crisis económica internacional y el bloqueo norteamericano, así como las consecuencias de la situación sanitaria del país y el resto del mundo, pese a los esfuerzos realizados por impedirlo.[12]
De tal modo, la evolución macroeconómica en Cuba, que en 2021 preveía un crecimiento del 6%, solo alcanzó un 1.3%, aunque con esta modesta tasa se interrumpió la tendencia negativa que llevo a la caída de un 13.1% en el PIB y que se prolongó desde el 2019 hasta el primer semestre del 2021, dando inicio a una gradual recuperación, que se calcula demorará hasta el 2024-2025 para alcanzar nuevamente el nivel del PIB del 2019.[13]
La evolución de la economía cubana durante el primer trimestre del 2022 muestra un crecimiento del 10.9% (últimas cifras disponibles) en relación con el primer trimestre del pasado año, cuando la economía estaba aún cayendo, por lo que –si bien es un dato positivo- no representa todavía un avance suficientemente significativo. Por otra parte, el crecimiento logrado muestra un sesgo importante ya que decrecieron las actividades productivas y de comercio, incluidas la industria manufacturera, el comercio (la circulación mercantil minorista cumplió el plan al 99.2%) y el suministro de electricidad, gas y agua, mientras que crecieron la construcción, el turismo, las comunicaciones, el transporte, la educación y la salud pública únicamente.
En relación al turismo hasta el 30 de junio se recibieron 682 411 visitantes, con un crecimiento del 91.6% en relación a todos los turistas que llegaron a Cuba en 2021. No obstante, la cifra del primer semestre de este año representa el 26.6% en relación a igual período del 2019, por lo que el ritmo de recuperación es más lento que en la región de las Américas, donde alcanza un 60% en el mismo período. Hasta ahora a pesar de los incrementos registrados en relación al 2021, las tendencias actuales muestran que el cumplimiento de la meta de 2.5 millones de turistas este año es improbable, ya que no se están cumpliendo las cifras previstas en el primer semestre del 2022.[14]
La lenta recuperación del turismo en lo que va de año y las perspectivas para volver a alcanzar en el futuro inmediato las cifras más altas logradas en el 2018, vuelven a plantear la necesidad de revisar el ritmo de construcción de nuevos hoteles, que en el 2022, se planifica absorban al 24%[15] del total a invertir por el país este año, tomando en cuenta la necesidad de asegurar una adecuada tasa de recuperación de las inversiones realizadas y la necesidad urgente de inversiones también en la producción de alimentos y en la esfera energética.
Entre las actividades deficitarias registradas en la primera mitad del 2022, se encuentra también la producción de azúcar, ya que de unos 911 mil TM planificadas, se cumplió el 52% resultando finalmente unas 474 mil TM, lo cual ha obligado a la importación de azúcar para el consumo interno.
Una situación especialmente complicada se ha enfrentado a finales del primer semestre del año en relación con la disponibilidad de combustible y con la generación de electricidad.[16]
En relación a la disponibilidad de combustible, se han confrontado problemas con el suministro de Venezuela debido a las dificultades con la producción de hidrocarburos que ha sufrido ese país, sometido a sanciones por parte de EE.UU. desde el 2015, de tal modo durante el primer semestre se recibieron de Venezuela un promedio de 56 610 barriles de petróleo diarios[17], frente a unos 115 000 que se recibían en el propio año 2015. A esto se ha añadido la elevación de precios en el mercado mundial que se ha registrado en el primer semestre –equivalente a casi un 49%- lo que se suma a un pago adicional por parte de Cuba de alrededor de un 30% debido al costo de fletes y los impactos del bloqueo sobre los armadores internacionales.
Por otro lado, debido al incremento del bloqueo norteamericano y a la caída de los ingresos de la economía cubana, el financiamiento necesario para asegurar la operación de las plantas generadoras de electricidad no ha sido suficiente, producto de lo cual el país enfrentó ya una reducción en la generación equivalente al 16.4% entre 2016 y 2021. Esta situación ha demandado más recientemente la adopción de medidas excepcionales, tales como la contratación de cinco plantas flotantes de generación que se han instalado en las bahías de Mariel, La Habana y Santiago de Cuba. Adicionalmente en lo que va de año se han presentado averías y paralizaciones no programadas, las que han hecho inevitable un déficit de generación durante el verano. Al respecto se informó que de una capacidad instalada de 6 558 MW, la disponibilidad es solo de unos 2 500 MW, lo que equivale al 38% de esa capacidad.[18]
En relación al sector externo, en los primeros tres meses del año crecieron las exportaciones en 300 millones de dólares y los ingresos en divisas durante el primer semestre alcanzaron 2 500 millones de dólares, cifra –no obstante- inferior a los 4 000 millones logrados en el 2019. También hay que tomar en cuenta que se ha gastado un 50% más que lo previsto en las importaciones de alimentos y combustibles debido a los incrementos de precios ya comentados.
Por su parte, el total de servicios exportados –fundamentalmente servicios médicos- alcanzó un valor de 6 767 millones de dólares en el 2021 y se planifica que crezcan un 7.3% y lleguen a 7 260 millones en el 2022. No obstante, la cifra prevista para este año representa un 26.4% menos que lo alcanzado en el 2019.
En síntesis, en 18 meses se redujeron los ingresos en 3 000 millones de dólares, por lo que actualmente se mantiene un déficit en el financiamiento externo que no permite normalizar la actividad económica del país y obliga a trabajar en condiciones de emergencia.
La atención a los problemas sociales la información brindada en la Asamblea Nacional de julio del 2022 muestra también algunas dificultades, especialmente en lo referido a la construcción de viviendas y a la disponibilidad de medicamentos.
En el primer caso ha ocurrido una ralentización en la terminación de viviendas en los últimos dos años, ya que en el 2021 el plan se cumplió solo al 42%. Ese atraso se mantuvo en el primer semestre del 2022, ya que transcurrida la mitad del año, solo se ha construido el 33% de las 36 831 previstas a concluir en el 2022.[19]Por su parte, la disponibilidad de medicamentos arrojaba un faltante de unos 142 renglones como promedio mensual en el primer semestre del año, lo que representa el 22.9% del cuadro básico de medicamentos del país que incluye 619 productos de los cuales alrededor del 62% se producen en Cuba.[20]
(Continuará)
NOTAS
[1] Versión ampliada del artículo “Cuba: La situación internacional y la compleja coyuntura económica del primer semestre del 2022” CIEM “Informe sobre la Evolución de la Economía Mundial en el Primer Semestre del 2022” Agosto del 2022 www.ciem.cu
[2] Ver CUBADEBATE (2022)
[3] Ver Temáticas (2022).
[4] Ver ASOCAÑA (2022),
[5] Ver DATOSMACRO (2022) y el capítulo especial dedicado al impacto de la guerra de Ucrania sobre el petróleo en este informe.
[6] Ver FAO (2022).
[7] Ver CUBADEBATE (2022a).
[8] Ver Los Angeles Times (2022).
[9] Ver Cuba Noticias 360 (2022)
[10] Ver On Cuba News (2022).
[11] Ver MINSAP (2022)
[12] En lo adelante los datos no citados expresamente provienen del informe del Ministro de Economía y Planificación en la ANPP del 21 de julio del 2022. Ver CUBADEBATE (2022b y 2022c)
[13] Estimado del autor.
[14] Ver Terrero (2022)
[15] En realidad las inversiones asociadas al turismo absorbieron el 35% del total en el primer semestre del año.
[16] CUBADEBATE (2022d)
[17] Ver La Patilla (2022).
[18] Esa fue la capacidad disponible en 1994 en medio del Período especial, en este caso por falta de combustible para generar electricidad.
[19] Ver Cuba Noticias 360 (2022a).
[20] Ver INFOBAE (2022).
(Tomado de Cubaperiodista)
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