Karima Oliva Bello / Tomado de La pupila insomne
Un día como hoy de 1902 quedó constituída la República. Qué significó: nuestros negros excluídos, los mismos que habían dejado todo en el campo de batalla luchando por la libertad de Cuba; servilismo, el cambio de un amo por otro; represión, luchando contra los males de la República perdieron la vida no pocos de los mejores cubanos; subdesarrollo y dictadura, a pesar de las magníficas postales de La Habana.
Un día como hoy de 1902 quedó constituída la República. Qué significó: nuestros negros excluídos, los mismos que habían dejado todo en el campo de batalla luchando por la libertad de Cuba; servilismo, el cambio de un amo por otro; represión, luchando contra los males de la República perdieron la vida no pocos de los mejores cubanos; subdesarrollo y dictadura, a pesar de las magníficas postales de La Habana.
Algunos sienten nostalgia por los carteles lumínicos. A mí nada me contenta ante la muerte de Mella, Guiteras, Jesús Menéndez, Frank, Abel, Echeverría y tantos otros. Esa es mi nostalgia. Fecha para recordar que tener república no basta. A ellos, que sí la vivieron, no les bastó, más bien les costó la vida. En el juicio de ellos creo. Fecha para tener presente que la república por la república no garantiza nada.
La mentada república fue justamente lo contrario a los sueños por los que Martí, republicano, un día como ayer, cayó en el campo de batalla. Martí no se agota en haber sido republicano: fue antimperialista! Lo digo alto porque se olvida; cuanto hizo fue para eso, no citarlo justo ahí es mutilarlo a conveniencia. La República, muy república ella, nació colonizada y servil. No fue hasta enero del 59 que hubo dignidad en Cuba.
Para ser consecuentes con el pensamiento martiano, el futuro republicano de Cuba no puede pensarse al margen del socialismo y del pensamiento profundamente anticapitalista de Fidel. Claro, podemos pensar en la república como un nirvana en el que flotan abstractos e incólomes los conceptos de libertad, democracia e igualdad y en el que todos, por arte de magia, nos hacemos iguales y nos amamos y somos felices para siempre. Divina magia de la república que al margen de cualquier consideración engendra por sí misma el bien, eter fantasmagórico en el que fluimos después de haber tirado por el caño la historia, las determinaciones sociohistóricas, las condiciones geopolíticas, las clases sociales y, ya de paso, el marxismo y demás herejías.
Pero la suerte es que el 20 de mayo existe para recordarnos lo perversa que puede llegar a ser una república si es servil y si es burguesa. La sangre que cuesta liberarla. El Martí que dijo con todos y para el bien de todos fue el mismo que dijo con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar. ¿ Y de esta última frase, se acuerdan?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sea educado. No insulte ni denigre.