lunes, 4 de diciembre de 2023

Un secreto a voces

Por Msc. Roberto R. Dávila Cabrera

 Una de las muchas preguntas que muchos se hacen desde el exterior, incluso dentro del país algunos jóvenes y menos jóvenes, es la referida a como ha sido posible mantener viva una Revolución ante un enemigo tan poderoso como el gobierno de los Estados Unidos de América y los intereses que representa, los de los grandes capitales financieros, industriales y comerciales que manejan muchos hilos decisivos del sistema imperial capitalista que domina a gran parte del mundo en que vivimos.

 La respuesta es compleja y sencilla al mismo tiempo: a los miembros del Ejército Rebelde, de la lucha clandestina, los campesinos, los obreros, el pueblo explotado y oprimido por ese capital foráneo e interno dominante en ese entonces, no recibían dinero por su incorporación a la lucha en contra del sistema y sus sostenedores, más bién aportaron sus pocos recursos para ser utilizados en la lucha de forma voluntaria.

 Los recursos para la lucha no fueron aportados por los ricos y poderosos, se recogieron centavo a centavo entregados de forma consciente y voluntaria. Voluntariedad en incorporarse a la lucha necesaria, libertad de dar la vida si era necesario sin esperar nada a cambio, voluntariedad para ir a cumplir las misiones y tareas más complejas y difíciles donde fuera necesario. 

Voluntaria fue la incorporación a la defensa de la Revolución y de la Patria a través de las Milicias Nacionales Revolucionarias, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FAR y el Ministerio del Interior, Minint, como pueblo uniformado, pero también los de aquellos soldados del silencio que desde las filas del enemigo actuaron en su defensa. 

Así se enfrentó la más cruenta lucha de clases en el país hasta hoy, donde se incluyen la lucha contra bandidos en el Escambray y otros territorios la agresión armada contra el país por Playa Girón, los sabotajes y otras acciones armadas realizadas durante años por traidores pagados por el enemigo imperial, esos que si cobran mucho dinero por participar y que sino no lo hacen. He aquí la gran diferencia cualitativa en la lucha, entre revolucionarios y contrarrevolucionarios.

 Qué gran diferencia la de cumplir de forma voluntaria las misiones internacionalistas militares y civiles en ayuda a otros pueblos, que incluye la desición del aporte voluntario de parte del salario de cada trabajador del país para su defensa, propuesta surgida en el Segundo Congreso del PartidoComunista de Cuba, y discutida y aprobada en asambleas de masas en todo el país, dirigidas por nuestras poderosas organizaciones, como la CTC, CDR, FMC, ANAP, y otras en su momento. 

Miles han sido los combatientes internacionalistas en todos estos años, más de medio millón, y siempre participaron de forma voluntaria, no impuesta por ninguna ley, sino por la conciencia ideológica y política de cada uno de los participantes, que aceptaron cumplir esas misiones sin recibir nada a cambio. 

Esa fusión entre las instituciones armadas y el pueblo para la defensa de su revolución de manera voluntaria siempre, nos hizo y nos hace fuertes, la defensa de la Patria y la Revolución, que son en este caso la misma cosa, no es impuesta, es conscientemente voluntaria. La clave es la Unidad de intereses, la unidad ideológica, política en defensa de la Patria, la Revolución y el socialismo. 

Esa unidad es el Partido Comunista de Cuba. Fidel nos enseño que esa voluntariedad y que esa unidad son claves para garantizar la existencia misma del pueblo en torno a la Revolución, y uno de los elementos esenciales han sido y son nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, fusión de pueblo en armas en lucha contra cualquier enemigo.

 !Viva el dos de diciembre, día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Desembarco del Granma, yate que nos guía en el combate junto al pensamiento y acción de Fidel y la Generación del Centenario !

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