Pascual Serrano * (tomado de un medio ruso de esos que están bloqueando en Internet)
* Periodista español.
Caricatura del cubano AresEl
conflicto de Ucrania crea un vocabulario propio en los medios
occidentales. Los nazis se convierten en "ultranacionalistas", los
mercenarios en "combatientes extranjeros", los multimillonarios son
"oligarcas" cuando son rusos, los civiles ucranianos que no quieren
guerrear son "desertores" y los medios censurados son de "perfil
restringido".
"Cuando yo uso una palabra quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos". Así lo afirma Humpty Dumpty en Alicia en el país de las maravillas.
Y la niña le responde: "La cuestión es si se puede hacer que las
palabras signifiquen tantas cosas diferentes". A lo que contestó Humpty
Dumpty: "La cuestión es saber quién es el que manda... eso es todo".
Pues
eso es lo que hemos podido comprobar en la terminología utilizada por
los medios occidentales en el conflicto de Ucrania. Las palabras han
pasado a significar algo diferente en un acto de prestidigitación
periodística. Vamos a repasar:
De nazis a ultranacionalistas
Hasta el inicio del conflicto, y sobre todo, tras el golpe de Estado del Euromaidán,
los medios de comunicación de todo el mundo, los analistas y la opinión
pública tenían claro la presencia de importantes sectores nazis en
Ucrania. Sin embargo, en la actualidad todos han dejado de ser nazis
para pasar a ser "ultranacionalistas". A pesar de que ya en 2018 el Center for Strategic & International Studies recordaba que el propio FBI los tenía clasificados como neonazis.
En ese mismo año, el Congreso de EEUU aprobó un proyecto de ley de asignaciones que prohibía la ayuda militar al batallón Azov debido a su ideología nazi.
También entonces podíamos encontrar en la prensa titulares como estos:
"Nazis ucranianos flirtean con ultras españoles" (LaSexta)
"Atribuyen a neonazis ucranianos haber quemado vivo a un prorruso" (Público).
Sin
embargo, al iniciarse el conflicto bélico en marzo, dejan de aparecer
los nazis y los medios comenzaron a hablar de ultranacionalistas
ucranianos, y siempre señalando que eran pocos:
"Ultranacionalistas y sus simpatizantes suponen, en cualquier caso, el 2% de la población ucraniana".
"Son los ultranacionalistas ucranianos quienes 'impiden la evacuación de civiles'".
"Ya ha recibido formación de uno de los batallones ultranacionalistas ucranianos".
Bastó que Vladímir Putin hablara de desnazificar Ucrania para que desaparecieran los nazis de los medios occidentales, nadie se acordó de ellos.
De base militar a "Centro Internacional de Seguridad y Mantenimiento de Paz"
El
Gobierno ucraniano disponía de una base militar de entrenamiento y
recepción de armamento en Yavoriv, cerca de la frontera con Polonia.
Cuando fue atacada, los medios la citaron con el nombre de Centro
Internacional de Seguridad y Mantenimiento de Paz, a pesar de que no
había duda de que lo que allí había era material militar y militares
extranjeros entrenándose.
De mercenarios a "combatientes extranjeros"
En
todas las guerras hay grupos armados que se reclutan en otros países y
son remunerados por ello. Como de todos es sabido, se denominan
mercenarios. Un nombre con muy mala fama, por lo que en el caso de que
luchen en Ucrania serán "combatientes extranjeros":
"Es lo correcto": 20.000 combatientes extranjeros se han alistado para luchar en Ucrania, según funcionarios.
"Los combatientes extranjeros para defender a Ucrania, un riesgo difícil de controlar"
"Miles de combatientes extranjeros llegan a Ucrania: 'Mi plan es que no hay plan'"
Suelen
ser presentados como voluntarios románticos que van a luchar por una
causa, pero muchos tienen experiencia militar y la mayoría proceden de
países que siempre han exportado mercenarios: Reino Unido, Colombia,
Canadá o veteranos de Iraq o Afganistán. Al llegar firman un contrato
con el Gobierno de Kiev.
Incluso algunos medios hacen claras campañas de reclutamiento:
Mercenarios (La Sexta)
© Foto : Captura de pantalla / La Sexta
De empresarios o multimillonarios a "oligarcas"
Los
"inversores multimillonarios" se denominan "oligarcas" cuando son
rusos. Si repasamos los medios occidentales, ni George Soros, ni Amancio
Ortega, ni Carlos Slim son oligarcas. Forbes publica la lista de las
"personas más ricas" del mundo. Solo cuando son rusos dejan de ser
multimillonarios o empresarios para convertirse en oligarcas.
De crítico con la OTAN a "prorruso"
Es
lógico que a determinados grupos de población de Ucrania se les puede
llamar "prorrusos" por su cercanía lingüística, cultural e histórica.
Sin embargo, en el debate político actual en torno a la crisis, a
cualquier analista, político, o periodista que denuncie los crímenes de
la OTAN o los que esté cometiendo el Ejército ucraniano, directamente se le etiqueta como prorruso.
No
importa que no defiendan a Rusia ni a su presidente, si no aceptan
acríticamente todas las acciones militares de Ucrania, incluidas las que
se ejecutan contra la población civil o los abusos a prisioneros, se
convierten en prorrusos.
Del
mismo modo, recordar las sangrientas intervenciones de la OTAN en
Yugoslavia, Irak o Afganistán, o incluso insinuar el papel de la
ampliación de la OTAN en la actual crisis, les convierte en prorrusos.
De civiles ucranianos a "desertores"
Por
desertor o desertar se entiende un soldado que abandona su Ejército, su
bandera. Evidentemente no se puede desertar si no se es un soldado. Un
hombre que trabaja de fontanero, un ama de casa o un pensionista no
puede ser desertor.
Sin
embargo, los civiles ucranianos, que nunca cogieron un arma, y que se
niegan a incorporarse obligatoriamente al Ejército son calificados en
los medios occidentales como "desertores":
"Los desertores de Ucrania que piden asilo en España: 'Mis amigos han muerto en la guerra'"
"La peste de ser un desertor del Ejército ucraniano: ni los suyos les quieren en los centros de acogida"
De "refugiados" a "emigrantes"
Los
medios occidentales están recogiendo con fruición los datos de
ciudadanos ucranianos que huyen. Aunque el quinto país donde están yendo
los refugiados es Rusia, con 350.000 el 29 marzo, según el recuento de ACNUR, los medios nunca citan ese grupo o les llaman emigrantes.
El
discurso mediático pretende señalar que la seguridad ante la situación
solo la proporcionan los países al occidente de Ucrania, no Rusia,
aunque haya cientos de miles que se dirigen al país vecino del este a
buscar refugio.
"Averigua más antes de compartir este Tweet"
"Este
tweet está asociado al sitio web de un medio de comunicación afiliado a
Rusia. Averigua más antes de compartir este Tweet". Es la ventana que
aparece cuando un usuario de Twitter tiene la osadía de pretender
retuitear un tuit de origen ruso.
La
red social le advierte que no es buena idea, que no difunda información
procedente de medios rusos, que mejor retuitee solo medios
occidentales.
No retuitee este tuit
© Foto : Captura de pantalla / Twitter
De censurados a "este canal no está disponible en tu país", "cuenta retenida" o "perfil restringido"
La Unión Europea y varios Gobiernos occidentales han prohibido en su país medios rusos
como Russia Today o Sputnik. Cuando se intenta acceder a ellos, en la
red la terminología que uno encuentra es muy variada ("este canal no
está disponible en tu país", "cuenta retenida" o "perfil restringido"),
cuando lo más claro y sencillo sería decir "su Gobierno ha censurado
este medio porque no quiere que usted se entere de lo que en él
informan”.
Perfil restringido
© Foto : Captura de pantalla / Instagram
"Comunidad Internacional"
Como
en tantos conflictos internacionales, los medios occidentales citan
constantemente la expresión "comunidad internacional". En el conflicto
de Ucrania escuchamos sobre las condenas a Rusia de la "comunidad
internacional", las sanciones a Rusia de la "comunidad internacional".
Y
como en tantas ocasiones, la comunidad internacional es, básicamente
Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea, quizás se suman Canadá,
Australia o Japón. Pero la gran parte de la población mundial se
encuentran en países que nunca se contemplan en la expresión "comunidad
internacional". Es decir, China, India, Indonesia, Pakistán, Brasil.
América latina, África...
"Consejo de Seguridad"
Durante
la guerra de Irak o la de Afganistán en los medios aparecían muchas
referencias al Consejo de Seguridad. La razón era que este organismo de
la ONU había aprobado las invasiones de EEUU y la OTAN a esos países al
no encontrar ningún voto negativo en el Consejo de Seguridad.
En
la crisis de Ucrania las audiencias no están leyendo ni escuchando
ninguna referencia al Consejo de Seguridad, la razón es sencilla, no se
consiguió el suficiente consenso para aprobar una condena a la operación
militar rusa.
Es por ello que la solución mediática es enterrar el Consejo de Seguridad, ya no cumple la función deseada.
El problema es cuando solo permiten una de las partes
Este
es solo un repaso de cómo las palabras, aparentemente neutras, pueden
ser retorcidas y estiradas para, como decía el conejo de Alicia, servir
al poderoso. Está sucediendo en el conflicto de Ucrania, pero sucede en
todos.
También
es verdad que este recurso de poner las palabras al servicio de un
determinado interés sucede en todas las posiciones políticas, el
problema es cuando los ciudadanos solo pueden acceder a una de esas
posiciones, porque la otra es silenciada o estigmatizada.
Y no, silenciar o estigmatizar las palabras de alguien nunca puede ser una acción de justicia.
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