jueves, 3 de noviembre de 2022

Los Partidos Políticos (II): Sobre la experiencia de la Revolución Cubana y el vínculo del Partido Comunista de Cuba con las masas.

El presidente Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, PCC, en intercambio con las masas en una de sus visitas a barrios cubanos.

 Msc. Roberto R. Dávila Cabrera / Profesor y académico cubano

 Los fundadores del marxismo asentaron la Ley Sociológica General que señala a las masas como las creadoras de la historia, y valorando su papel en el desarrollo económico de la sociedad, llegaron a la conclusión de que mientras mayor sea la transformación social a realizar, mayor tiene que ser su participación en dicho proceso de transformación.

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¿Cuál ha sido el papel de las masas populares en el surgimiento, desarrollo y consolidación de la Revolución Cubana y su partido dirigente? ¿Cómo ha sido este proceso? ¿Cómo ha sido y es posible que durante más de 60 años de lucha permanente, a pesar de enormes dificultades, carencias, vicisitudes del bregar diario, las acciones enemigas, los impactos negativos de fenómenos naturales, los errores cometidos, se haya mantenido en todas esas circunstancias, el apoyo mayoritario de las masas populares a la Revolución y su Partido?

Si queremos buscar los argumentos y la explicación de la existencia misma de nuestra Revolución en cualquier etapa del desarrollo histórico del país y la nación cubana, a pesar de que siempre el imperio norteamericano ha ejercido su visión conquistadora, una de las respuestas más convincente es el apoyo y arraigo que tiene  en las masas populares en Cuba. Sobran los ejemplos, lejanos e incluso recientes, reconocibles para nosotros mismos y para otros pueblos del mundo.

Las concepciones de la Revolución cubana sobre la relación con las masas  surgen especialmente de las ideas y puntos de vista del máximo líder, Fidel Castro Ruz, acerca del tema. Desde el propio proceso de organización del asalto al Cuartel Moncada, surge y se desarrolla la idea del motor pequeño, la vanguardia seleccionada, que ha de echar a andar el motor grande, las acciones de masas para derrocar la tiranía, tomar el poder y hacer la revolución.

El triunfo fue posible no solo por la acción del Movimiento 26 de julio y el Ejército Rebelde, y otras fuerzas que participaron en la lucha para derrocar la tiranía, sino por el apoyo y la movilización de las masas a todas esas fuerzas, tanto en la Sierra como en la clandestinidad, incluida la experiencia del llamado de Fidel el 1ro. de enero de 1959 a la huelga general en apoyo a la Revolución, para evitar el posible golpe de estado de las fuerzas de la reacción. El pueblo se lanzó a las calles en todos los poblados y ciudades de un punto a otro de la isla en defensa de su esperanza, desde entonces hasta hoy.

Tengo el recuerdo imborrable en la memoria desde que era un niño, de muchas acciones de  masas en apoyo al proceso revolucionario. Desde el llamado a la creación e incorporación a las Milicias Nacionales Revolucionarias para la defensa de las acciones enemigas, la recogida de recursos financieros, donaciones para la compra de armas y aviones con qué defender el proceso, donde participaron hasta los niños de primaria en condiciones de hacerlo.

También fue una acción masiva la alfabetización, donde participaron más de 300.000 personas, tanto los estudiantes, como trabajadores, amas de casa, y los propios sujetos a alfabetizar.

Se aplaudió la Ley de Reforma Agraria que dio masivamente la tierra a los más de 100.000campesinos que la trabajaban, y eran explotados por los dueños, los terratenientes, y la ley de la Reforma Urbana creó las condiciones para que miles fueran dueños de sus casas.

La educación y la salud gratuitas para toda la población, que al igual que no podía estudiar, tampoco podía pagar servicios médicos, la creación de puestos de trabajo, la nacionalización de empresas que estaban en manos extranjeras.

Todo lo mencionado resolvía asuntos de la subsistencia material de los antes oprimidos, pero ante todo, la Revolución dio libertad, dignidad, seguridad ciudadana que garantizaba que ya ningún tirano volvería a masacrar en las calles a cualquier ciudadano, niño, joven o viejo. A partir de entonces, el pueblo tenía las armas en sus manos, y con ellas de forma voluntaria y masiva se incorporó a la defensa del país y la Revolución.

La Revolución fue y es un fenómeno de masas, las transformaciones de la realidad social también lo fueron, la defensa, el estudio, el trabajo igualmente. De otra forma no era posible convertir los sueños en realidades o sostenerse ante retos atómicos como la Crisis de Octubre, de los Misiles o del Caribe.

La creación y construcción del Partido que hoy continúa dirigiendo la Revolución, también fue y es un fenómeno de masas. Primero se ha de tener en cuenta que en la Cuba del 59, los partidos del pluripartidismo, que actuaron durante toda la pseudo república, no fueron capaces de resolver los problemas del país, fueron fuerzas aliadas al Imperio, a la gran burguesía explotadora, a los terratenientes, y no tenían prestigio ni autoridad ante las masas. Fueron barridos de la realidad social cubana no porque la dirección revolucionaria tuviera que tomar medidas políticas contra ellos, sino porque no tenían ningún reconocimiento social, sino rechazo total.

Fidel, artífice y conductor de las luchas políticas de entonces, tuvo la visión, inteligencia, valentía y sagacidad para lograr la unidad de las fuerzas revolucionarias que participaron en la lucha contra la tiranía, creando las Organizaciones Revolucionarias Integradas, teniendo que enfrentar después el fenómeno del sectarismo en su construcción y funcionamiento, por lo que orientó y dirigió a partir de ese momento el proceso de creación y construcción del partido dirigente que necesitaba la Revolución, estableciendo los criterios rectores y principios para hacerlo.

Y uno de los principios rectores de ese proceso fue el de la consulta y aprobación por las masas de la militancia en el Partido de todos los aspirantes a serlo en las llamadas Asambleas de Trabajadores Ejemplares.

La consulta con las masas continuaba a través de los procesos de investigación y verificación de todos los elementos necesarios sobre la actuación y conducta del procesado hacía la Revolución, y también finalizaba con la información a las masas de las conclusiones del proceso, donde también se podía discrepar y dar opiniones, que siempre se analizaban y consideraban.

Los miles de primeros militantes del Partido admitidos en sus filas, en el partido de Fidel y Raúl, y los miles que continuaron ingresando después, contaron con el reconocimiento y respaldo de las masas de trabajadores que los propusieron, y el Partido era así respetado y querido por el pueblo, y con gran autoridad se seguían sus orientaciones en cada lugar. El pueblo sentía entonces que ese era su partido, no solo porque conducía su Revolución, porque resolvía sus problemas, sino porque también contribuyó a su creación y crecimiento, y sus militantes eran el ejemplo revolucionario a seguir, y porque además, cuando algún militante tenía que ser sancionado por cometer errores no compatibles con su condición, también era informado sobre los hechos y medidas tomadas.

Con el desarrollo de la sociedad, la Revolución y el Partido, se han efectuado cambios en los procedimientos, vías, formas y métodos de ingreso a este. Ya no se realizan Asambleas de Trabajadores Ejemplares, sino Asambleas de Información a las masas donde se dan a conocer sobre los casos que han sido aprobados para ingresar al Partido.

También se realiza información pública en murales y otros medios de los compañeros que son propuestos para candidaturas a la dirección de las organizaciones de base del Partido, de los Comités de Dirección a los distintos niveles, de manera que cualquier trabajador puede hacer llegar sus opiniones sobre los propuestos.

Aunque la percepción en algunos pueda ser distinta, los mecanismos de vinculación entre las masas y la dirección de la Revolución se han ido perfeccionando, ampliando y fortaleciendo. Pueden señalarse, a modo de ejemplo, las siguientes vías:

·     Se someten a análisis y discusión a través de reuniones y asambleas los proyectos de leyes que deben ser aprobadas por los organismos legislativos correspondientes. Cuando ha sido necesario, se han realizado referendos constitucionales, como los realizados en 2018 para la aprobación de la nueva constitución vigente en el país, o el recientemente efectuado para aprobar el nuevo Código de las Familias.

·     Se realizan visitas a territorios y centros de trabajo y entrevistas, encuentros, conversaciones, intercambios directos con los trabajadores.

·     Se asiste y participa en asambleas de trabajadores convocadas para analizar importantes asuntos, como pueden ser la educación económica de los trabajadores, la disciplina laboral y social, la política de atención al hombre, los planes de producción y su marcha, temas sobre la defensa del país, la lucha contra la corrupción, el delito y las ilegalidades, la lucha contra el bloqueo imperialista, etc.

·     Se mantienen contactos, reuniones de trabajo, intercambios y otras formas específicas de actuación con la dirección de cada organización de masas, como son los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y todos sus sindicatos, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM), la Organización de Pioneros "José Martí" (OPJM), la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y otras muchas de carácter profesional o fraternal, como pueden ser la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) o la Asociación Hermanos Saíz (AHS), y otras muchas que integran la sociedad civil cubana.

·    Los más destacados representantes de estas organizaciones, por su trayectoria política y méritos profesionales y sociales, pueden integrar las filas del PCC y la UJC y sus órganos y organismos dirigentes a los distintos niveles, desde la base a los organismos centrales de dirección.

·    Con determinada frecuencia se realizan reuniones de las organizaciones de masas con sus miembros, a nivel de cada comunidad, o a nivel de cada centro de trabajo, donde participan también dirigentes del PCC cuando se considera necesario.

·    Es tal el nivel de organización y redes establecidas, que el Partido puede garantizar la movilización masiva del pueblo en solo unas horas, con cifras de millones de personas, de un confín a otro del país.

·     Con el desarrollo del proceso de informatización que se lleva a cabo en toda la nación en la actualidad, se han ido creando condiciones para el avance de procesos de gobierno electrónico, la utilización de medios de comunicación digitales que agilizan la labor de dirección y la solución de múltiples asuntos. Se han creado sistemas que facilitan a la población su acceso a los organismos de gobierno y dirección, así como al comercio, pagos de servicios, trámites, y se continúa avanzando en esas direcciones de trabajo.

Mencionamos que existe una percepción distinta en determinados nichos poblacionales. Admitimos que los ejemplos mencionados quizás no satisfagan todas las aspiraciones legítimas y genuinamente revolucionarias, y tal vez hasta muchos puedan alegar que esas formas de participación no funcionan como deberían.

Nadie dijo nunca que fuera fácil. Los desafíos en cuanto a la consolidación de las relaciones con las masas en esta nueva etapa de la Revolución pueden ser muchos, desde demostrar la factibilidad y credibilidad de los mecanismos, o depurarlos de vicios, hasta quizás idear nuevas maneras que garanticen una relación más dialógica. En la humilde opinión de este viejo profesor pueden resumirse algunas en:

1. Continuar ampliando las vías democráticas de participación de las masas en todas las tareas.

2. Incrementar y perfeccionar la capacidad crítica y autocrítica del Partido, su voluntad en cuanto a ser siempre y cada vez más receptivo a los señalamientos críticos y solicitud de solución de las masas de sus necesidades e intereses. En tal sentido, perfeccionar las políticas, vías, mecanismos, métodos y procedimientos de acción para alcanzar mayor nivel de agilidad y flexibilidad en su solución.

3. Racionalizar que una sociedad en transformación comunista, que una Revolución Socialista, no puede prolongarse en el tiempo imponiendo o dando por sentado sus principios, sino inspirando continuamente. Por tanto debe:

·        Mantener, fortalecer y desarrollar el nivel permanente de movilización de las masas para defender y enfrentar la guerra que el enemigo imperialista mantiene en todos los frentes contra la revolución y el país.

·        No pensar que la unidad es algo logrado de una vez y para siempre, sino que es un bien tan preciado, resultado de la acción de todos en todo momento, que es necesario fortalecer y hacer crecer constantemente en cada momento y lugar, en cualquier circunstancia.

·        No olvidar a nuestros muertos, a los que dieron la vida, lo más preciado, para que las generaciones actuales y futuras alcancen sus máximas aspiraciones.

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