domingo, 4 de agosto de 2024

Página del domingo: De rubias hablaremos hoy.


Por Alejandro Sánchez

Dedicado especialmente a Haydee, mi hermanita.

A pesar de la negativa de mi hermana, de este mundo tan revuelto; (Venezuela luchando por su integridad nacional y paz, con izquierdas progres poniéndose del lado de sus verdaderos amos, Occidente capitalista; la inevitable victoria de Rusia sobre Ucrania, que parece aligerarse; el aumento del conflicto en Medio Oriente con un Israel huyendo hacia adelante a lo que cree Netanyahu una muerte menos cierta para su nación; Estados Unidos siendo Estados Unidos), y de la situación en Cuba, entre incertidumbres y esperanzas, esta Página vota por un tema relajante y trivial; las rubias.
Un decir coloquial cubano, por supuesto, de moda entre los hombres, reza; “quien no quiere a una rubia, no quiere a su madre”.
Y es así. Bueno, parece ser así. Incluso tienen un día mundial, el 31 de mayo.
En el discurso masculino y propagandístico, las mujeres con ese color de cabello son presentadas como ingenuas y ridículas, pero también más divertidas, sensuales. Con las rubias se relacionan términos como; chispeante, burbujeante, alocada y etc.
En eso ayudó un hecho extraordinario, captado en imagen para el cine y las cámaras fotográficas. El 15 de septiembre de 1954, a la una de la madrugada en el cruce entre la Avenida Lexington y la Calle 52, en Nueva York, se filmaba, como parte de la película; “La tentación vive arriba”, una de las escenas más icónicas del arte moderno mercantilizado y consumista: Marilyn Monroe se colocaba sobre las rejillas de ventilación del subway para que su falda se levantara. Dicen que 5000 personas fueron testigos, 100 fotógrafos hombres y luego de decenas de tomas, tuvieron que grabarla en estudio, pues los aplausos cada vez que se elevaba el vestido eran ensordecedores.
Luego de Marilyn, los hombres nunca hemos sigo iguales, las relaciones de pareja nunca han vuelto a ser lo mismo, otra brecha más se creó entre hombres y mujeres, y estas, las no rubias, agregaron un tema más a sus celos y trastornos de personalidad.
Grace Kelly, Kim Novak, Rita Hayworth, Vivien Leigh, son algunas de esas rubias que el cine norteamericano vendió como ideales de belleza, glamour y “femme fatale”. Más recientemente, Agnetha, la de ABBA; Sharon Stone y sus “Bajos Instintos”, Rafaela Carrá. Y ya en los últimos años la lista es infinita; decena de artículos se publican en "Vanity Fair", "Vogue", "Mujer Hoy", y compañía, para decir que bien le quedó el rubio tal a fulana o mengana.
Esa es otra cosa. Cualquiera pensaría que la industria lo hizo a propósito para además, lanzar al mercado cuánto tinte posible exista para que una mujer logre verse deseablemente rubia: desde el platino, al rubio nórdico, pasando por el rubio natural, el bronde (ni p… idea qué es), y el rubio oscuro, castaño, rubio platino, rubio miel, rubio fresa, tabaco oscuro, claro, cenizo… en fin.
A mi hermana, le deseo un feliz fin de semana celebrando el cumpleaños del sobri más pequeño, y que Dios guarde a su marido de las rubias.
Pase un buen domingo, que la cosa está complicada.

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