martes, 20 de agosto de 2024

Página del Domingo: Temas obligados.


Por Alejandro Sanchez

Fidel es, el día de hoy, de mañana y del 13, y muy bien podría (y debería) ser el tema de siempre. Por ahí las acciones que se realizan para su Centenario irían en esa dirección. Y es que Fidel, más allá de la heráldica y el discurso rutinario con el que terminamos dejándolo solo en lo anecdótico, es una materia de estudio constante. De él se puede aprender como ser humano, político, líder y dirigente y, como geo estratega sentaba cátedra. Solo alguien como Fidel comprendió, y así dirigió la Revolución, el papel que jugaba Cuba en el balance geo político mundial, y sobre todo latinoamericano. Martiano tenía que ser.
Estudiar la dimensión que tenía Fidel de Cuba a nivel mundial, pienso que es una deuda de nuestra dirigencia. Solo cuando te lo crees, actúas como tal, y Fidel dirigió Cuba como si fuera una súper potencia, porque si bien no lo era en recursos naturales o poder económico y militar, si lo éramos en lo político-ideológico, en la mística, en el paradigma.
No pretendo descifrar o traducir a Fidel. Quien realmente aprenda de él, lo primero que tiene que asumir es coherencia. Nunca he tenido dudas de lo que Fidel dijo. Nunca he tenido que releerlo. Pude estar o no de acuerdo con algo, pero dudas no existían: seguridad total de que si él decía algo era lo que debía hacerse.
No recuerdo cuando lo conocí. Es más bien como un sentimiento o una experiencia que se va asumiendo a medida que se crece. Si recuerdo la primera vez que lo tuve cerca. Fue mientras cumplía mi Servicio Militar: a escasos metros. Tan cerca que lo escuchaba hablar con Raúl, aunque no lograra entender sus palabras. Ese bajo de su voz que te retumbaba en el pecho, como la erupción de un volcán. Mientras parecía que quemaba, y atraía mirarlo, cual si fuera una gran hoguera, o el Sol. Parecía uno de esos insectos que se sienten atraídos por la luz, instintivamente.
Luego me lo encontré en par de congresos, en los que evité estirarme para tocarlo o estrecharle la mano, así de pasada. Estábamos compartiendo tiempo y espacio, época, la Historia; no hacía falta más. Tampoco me he fotografiado nunca frente a su piedra. Amén de mi aversión a las fotos, nunca me retrataría ante la tumba de mis abuelos o de mi madre. Son sentimientos que van en su lugar, ahí en el pecho. No me hace falta colgarlos en la pared de una casa u oficina, o como fondo de pantalla.
Tengan un buen domingo. Es seguro que a partir de hoy nuestros medios de comunicación comenzarán a poner más materiales sobre Fidel. Al parecer, esta semana que pasó estaban demasiado ocupados en otros temas.
Pd 1: A propósito de la Mesa Redonda sobre las elecciones en Estados Unidos. Sigo pensando que ganará Trump. Su línea es una tendencia mundial que está ganando lugar en la mayoría de los gobiernos europeos. Y en esos países se ha contrarrestado a la derecha con "izquierda", lo cual no funciona en Estados Unidos. Que la maquinaria tache a Kamala de izquierdista, o ella misma comience a hablar como una (que no lo está haciendo, por el contrario), no hará que una ola popular de “progres” la apoye. Por el contrario, el anticomunismo congénito de ese país, actuará por sí solo.
Pd 2: Y lo que es una pena es que nuestros comentaristas hablen como si Harris fuera mejor que Trump, y casi parezca que, según sus dichos, un gobierno demócrata sería favorable para Cuba. Claro, con los demócratas seguiría en Cuba la pachanga con el Grupo de Estudios Cubanos, OnCuba y otros que nos han estado envenenando, con o sin nuestra anuencia, por los últimos 20 años.
De nuevo, tenga buen domingo.

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