Hoy terminó la cumbre de los BRICS de Kazán. Termina la presidencia protempore de Rusia y la asume Brasil, un país cuya dirigencia ha mostrado, últimamente, ciertas incoherencias para las filas de izquierda. De ese tema y otros vamos a comentar hoy, como un cierre de este período en el que hemos dado seguimiento a la posibilidad, ya hoy realidad, de la adhesión de Cuba a ese bloque.
Analicemos algunas cuestiones más con un sentido geoestratégico, pues de eso va todo aquí; más allá de que Putin haya dicho en su conferencia de prensa de que no había una idea de enfrentamiento con el llamado Occidente. El mundo es un gran tablero de ajedrez, de un lado Estados Unidos y sus aliados, (o las transnacionales que los manejan), del otro, Rusia y China, con perdón del resto de los actores mundiales.
BRICS solo tiene 9 miembros plenos luego de que Argentina rechazara unirse, y Arabia Saudita declinara su membresía. De la nación rioplatense ya sabemos que es parte del movimiento táctico hecho por Estados Unidos para ir consolidando el control de su “Patio Trasero”, en tiempos en que recibe un jaque tras otro. Gas y petróleo, Triángulo del Litio compartido con Chile y Bolivia, ruta comercial interoceánica, control de la Antártida y sus recursos, posición ideal para las bases del Comando Sur que podrían intervenir en el propio corazón de Sudamérica. Eso para no contar que al ser miembro de Mercosur y tener fronteras con Brasil y Bolivia, es un punto de entrada a la desestabilización de esos países si se les antoja.
Arabia Saudita es otro asunto. No refrendaron el acuerdo de los petrodólares con Estados Unidos, dándole un martillazo más al ataúd del dólar como moneda de referencia internacional. Y hasta ahí. Parece ser que eso logró Rusia y China de ellos, no más. Los saudíes son junto a Jordania, por mucho, los gobiernos árabes que más han traicionado la causa palestina, punto de inflexión en el mundo musulmán, pero a diferencia de su par jordano, no tienen millones de refugiados en sus territorios y son lo suficientemente autosuficientes como para esperar el desenlace de esta Tercera Guerra Mundial, sin arrimarse definitivamente a ninguno de los dos bandos, mientras invierten sus millones en fuentes alternativas al petróleo que, algún día, también a ellos se les agotara.
Y aquí comento la sorpresa de la Cumbre; ¡Turquía, miembro de la OTAN, se hace socio de los BRICS! En un post del 23 de marzo colocábamos este párrafo:
“Rusia arrastra tras sí, y cuando termine la guerra no dudo que lo será, al mayor conjunto de los países del espectro post-soviético; las exrepúblicas del Asia Central, Bielorrusia, parte de Moldavia, el Cáucaso y tienen una fuerte influencia sobre Bulgaria, Serbia y la República Serbo-Bosnia, para no decir Hungría, y un inusual aliado, que Occidente casi le ha tirado a los brazos, Turquía”.
Turquía ha visto por casi 20 años como se le niega la entrada a la Unión Europea, aun siendo miembro de la OTAN. Ha sido testigo de cómo se han jugado las cartas, a expensas suyas, de Ucrania, Moldavia, y cuanta república ex–soviética se ponga en contra del Kremlin. Y entonces, ¿por qué no ponerse del lado del Kremlin?
Rusia es uno de los mayores socios comerciales de Turquía, y ambos “naciones civilizatorias”, (nuevo término para los países que se creen o son potencias), tienen poderosos intereses en el Cáucaso, una de las regiones con mayores reservas de hidrocarburos del mundo. Está en la zona de influencia de Irán, y comparten un problema común; los kurdos. Entonces, ¿por qué no mirar a Oriente, si Occidente no me aprecia?
Un tema que incluye a Cuba: ¿Países pobres?
Ya en la primera ronda de crecimiento al BRICS, entró Etiopia, uno de los países más pobres de África. ¿Por qué? Por su potencial. Uno de los mayores productores de café, pero además posee gas, oro y tantalio. Es verdad que no tiene costas al Mar Rojo, una de las principales rutas comerciales del mundo, pero tiene una alta integración con Djibuti, pequeño país sin muchos recursos que alberga la única y mayor base militar china en el extranjero.
Ahora entran varios países que pudieran despertar dudas respecto a las causas de su entrada si no se sabe buscar más allá.
Uganda, por ejemplo, tiene potencial agrícola (café), pero además es una de las mayores reservas de cobalto y cobre. Pero también está asentada en la fuente del mayor recurso hídrico de África, el Nilo. ¿Qué otro potencial tienen Etiopía y Uganda? Pues la primera, junto a Nigeria, otra reciente incorporación, son los países de mayor población de África, y población significa mercado, personas dispuestas a comprar productos.
En el caso de Uzbekistán y Kazajstán, dos repúblicas ex-soviéticas con una economía muy entrelazada con Rusia. El primero es productor de algodón, oro, uranio y gas natural, y el segundo, es el noveno país por extensión del mundo, con casi 20 millones de habitantes y además, es una de las principales regiones mineras asiáticas: carbón, petróleo y gas natural, uranio (mayor productor del mundo), hierro, manganeso, cobre, oro, níquel, cobalto. Mejor no guiarse, al juzgar un país, por lo poco que la “prensa mainstream” publica de ellos.
Así que cuando los dubitativos y pesimistas se pregunten, ¿por qué Cuba? Busque usted nuestras potencialidades, hartos estamos de explicarlas, pero solo por recordar: petróleo y gas, y en cuanto al níquel y cobalto, estamos entre las primeras reservas del mundo. Otra cosa en la que ganamos rating, junto a Bielorrusia, Cuba tiene un potencial científico tecnológico de primera línea. ¿Ahora comprendemos aquella frase de finales de los 80 de Fidel de que el futuro de Cuba era de hombres de ciencia?
En este acápite de “países pobres”, no entran los Tigres Asiáticos: Indonesia, Tailandia y Malasia. Solo el primero es el 4to país más poblado y miembro del G-20.
Control de las reservas energéticas mundiales.
Pues sí. Si no de todas, sí de la mayoría. Aun con la salida de Arabia Saudita y la “no entrada” de Venezuela; Nigeria y Argelia son los países con mayores reservas de hidrocarburos probadas en África; ya mencionamos a todos los países del centro de Asia, e Indonesia, pero está Vietnam, con sus otras potencialidades.
Si revisa lo escrito hasta ahora, verá repetidamente: cobre, cobalto, níquel, litio. Esos son los minerales necesarios para la tecnología con base en la electricidad. Y al menos, 5 de los países miembros, poseen uranio, plutonio y otros de los llamados “metales raros”, esenciales para desarrollar la energía atómica y nuclear.
Y aquí un alto para Venezuela.
La participación directa de Nicolás Maduro en la Cumbre, la deferencia con que fue tratado por Putin, solo apunta a que, a pesar de la negativa de Brasil, (quien todo parece indicar votó en contra de su inclusión), esta nación; primera en reservas probadas de hidrocarburos mundial y primera en oro de América Latina, no estará aislada. De hecho, en noviembre como en el caso de Cuba, se desarrollará la Comisión Intergubernamental Rusia-Venezuela y ya Maduro anunció que vendrían grandes sorpresas.
Brasil es un país demasiado dependiente, económica y políticamente, de Estados Unidos y Europa. Sus oligarquías no son pro-integracionistas. No les importa. Podrán decirme que son la cabeza del Mercosur y etc, y así es, pero porque son la economía dominante del área, porque la balanza comercial está totalmente a su favor con respecto a Uruguay, Argentina…, e incluso Bolivia, reciente incorporación, no por vocación integracionista.
Esa oligarquía, ni siquiera tendría un alto interés en los BRICS, sino fuera porque el expansionismo chino ha impactado tanto el nuevo orden mundial que es un polo magnético del que pocas economías pueden escapar. La integración de Brasil a los BRICS, su proyección hacia la agenda internacional, incluso su posición de respeto siempre con respecto a Cuba data de una agenda política ya vieja, surgida en las luchas del PT y la izquierda brasileña, que por desgracia, no tienen un fuerte poder en el ejecutivo y el legislativo de Brasil, ahora mismo. Las alianzas de poder del actual gobierno no son forjadas con los mismos eslabones que en etapas anteriores y eso debilita la postura de cualquier mandatario.
No justifico a Lula, pero hay que entender y así lo hemos dicho siempre desde su primer gobierno, que no era fácil “izquierdizar” a Brasil. Todavía muchas cosas se verán en la América Nuestra, y son noticias en desarrollo, de países hermanos, donde están involucrados amigos cercanos de Cuba, ex-presidentes y actuales, por lo que no es sano tomar partido públicamente. Entiendo a nuestro gobierno ante esos desafíos, aunque defiendo que al menos, comunicacionalmente ya que no tenemos el liderazgo de otros tiempos, deberíamos prestar mucho cuidado a los detalles.
Como mencionamos antes en el caso de Argentina, quien no comprenda que la avanzada o fortalecimiento de Estados Unidos en Sudamérica; la inclusión de bases militares en Perú y Ecuador, la campaña por acabar con la tímida izquierda de Colombia y el corrido de pintura de la infame izquierda chilena, los conflictos internos en Bolivia, solo se deben a la mano peluda del Imperio, está cometiendo un error que podría costar mucho a los pueblos, no solo nuestroaméricanos, sino de todo el Sur Global. Las divergencias y la desunión, los egos y las “flojeras ideológicas”, pueden costarle muy caro a América Latina.
A la falta de un Fidel y un Chávez, quizás sean otros líderes mundiales, Putin o Xi, ¿Quién sabe? quienes tengan que asumir el diálogo de los conflictos latinoamericanos, y es triste. Rusia y China tienen muy claro lo que quieren para el nuevo orden mundial. Por eso no me preocupa la exclusión de Venezuela y Nicaragua.
Un vistazo al mapa de los países miembros y los nuevos socios, muestra que China logró, con las nuevas adhesiones de Asia, cerrar el proyecto de la Franja y la Ruta. Se han comunicado los nuevos países productores y generadores de mercancías con valor agregado con quienes serán sus nuevos consumidores, Europa y África, y por ahí, América, tanto la del Norte como la del Sur, y allí, Cuba, la llave del Golfo, el “hub” perfecto para conectar ese gran mercado latinoamericano y caribeño que aún domina Estados Unidos.
La balanza comercial, que ya favorece a China, entre Occidente y Oriente (Nuevas Potencias en Desarrollo), se inclinará aún más a favor de este último. Y si las políticas de Seguridad que discute el BRICS, pues sin paz no hay comercio, fructifican, Asia será una zona estable, donde se gestará el final de viejos conflictos, como los que provoca Israel.
Ya no existen rutas comerciales que no domine el grupo: la Ruta del Ártico; la de Asia Central por las orillas del Caspio a través del Cáucaso hasta llegar al Mar Negro y el Mediterráneo; el Mar Rojo con el canal de Suez y el Estrecho de Omán, por donde discurre casi el 50% del petróleo mundial. Tanto el Océano Índico, como el Pacífico Occidental son ahora “mares BRICS”. Europa está a merced del Grupo y de su suicida dependencia política a Estados Unidos, que no pensara dos veces cortar la soga de la que penden junto a su prostituida aliada, si de ello depende su salvación.
Y si hablamos de la producción de alimentos, solo la franja que discurre desde Bielorrusia hasta China, que puede incluir el centro de Siberia, si continúa el calentamiento global, es ya el mayor granero mundial. El 60% de los alimentos del mundo pueden ser producidos allí.
Poco más que añadir si hablamos de reservas de la biosfera. Brasil, África y Rusia tienen las reservas de bosque y acuíferas mayores del planeta. La integración virtual de Venezuela dejaría poco menos a la imaginación.
Putin puede decir una cosa, pero el lenguaje corporal y las acciones dicen muchas más. Las imágenes que acompañan el post son claras.
Solo agregar una frase de alguien genial que se adelantó a su tiempo:
“El desenlace de la lucha depende, en última instancia, del hecho de que Rusia, la India, China, etc., constituyen la mayoría gigantesca de la población. Y precisamente esta mayoría de la población es la que se incorpora en los últimos años con inusitada rapidez a la lucha por su liberación, de modo que, en este sentido, no puede haber ni sombra de duda respecto al desenlace final de la lucha a escala mundial. En este sentido, (……)”.
La última frase me la reservo, para que no me tachen de soñador, pero la pueden buscar.
Fragmento de “Mejor poco, pero mejor”. Publicado el 4 de marzo de 1923 en el núm. 49 de "Pravda". T. 45, págs. 389-406. Obras completas.
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