Como son las cosas cuando son del Alma: Una reflexión sobre Estados Unidos (I)

Por Alejandro Sánchez

Estados Unidos no deja de ser noticia. Por supuesto, siempre lo será, al ser causa y producto al mismo tiempo, de las máquinas de fabricación de ideologías y paradigmas del capitalismo.

Me refiero a los eventos más recientes y del futuro cercano: situación migratoria, guerras y elecciones presidenciales. Y es que, los tres temas están estrechamente relacionados.

Texas no va a separarse de los Estados Unidos. Al menos, no por ahora. Así que no estamos ante un fraccionamiento o descomposición de Estados Unidos como entidad federal y, mucho menos, ante un gesto de independencia loable y digno de admiración.

Ahora mismo, el gesto de Texas es un simple chantaje para poner al gobierno de Biden a punto de mate y, crear las condiciones para instaurar en Estados Unidos un estado casi fascista, ultranacionalista, depredador. Un estado con la intención de fortalecerse para volver a competir económicamente con China y regresar a ser el hegemón mundial. Algo que no lograrán y eso lo saben algunas mentes de ese país, o de las transnacionales que lo usan como escudo.

A finales de los años 90, el Comandante en Jefe dio una entrevista que, por desgracia, nunca he logrado ubicar. En ella, Fidel analizaba la situación creada tras la caída del Campo Socialista europeo y, entre otros temas, aquella sentencia fukuyamista del “Fin de la Historia”. Ante cierta pregunta, analizaba que la Crisis Final del capitalismo había comenzado, y la desaparición de la URSS la precipitaba, pues sin la competencia del socialismo, el imperialismo no necesitaba mostrarse como un sistema humanitario, ético, ya no precisaba del Estado de Bienestar, pues él era la única opción.

En esa conversación, Fidel no arriesgó un pronóstico, pero, ante la insistencia de su interlocutor, aseguró que Estados Unidos no sería el país que era en ese momento, 50 años después. De ese diálogo, ya han pasado 30 años.