martes, 20 de febrero de 2024

Lo que se difunde y lo que se discute

Por Msc. Roberto R. Dávila Cabrera

Me he encontrado en redes criterios contrapuestos en relación a la noticia dada en el noticiero nacional de la televisión cubana por el periodista Abdiel Bermúdez, profesional del gremio que capta y difunde noticias para informarnos, con calidad y precisión. En este caso refiriéndose a una donación de una Mipyme de éxito, “porque el Estado tiene muchas cosas, no puede”.
Podrá ser una prioridad informativa la eficiente o ineficiente labor de las nuevas formas productivas creadas al amparo de la Constitución de la República, pero la verdadera prioridad a destacar ha de ser la labor eficiente o no del sujeto principal de la economía cubana, que es la Empresa estatal socialista.

Analicemos algunas consideraciones. ¿Políticamente es necesario dar prioridad a nuevas formas privadas de producción para ganar reconocimiento con posibles socios en el exterior? ¿Es un asunto de importancia interna el reconocer formas privadas de producción?, ¿Son formas “viejas” llamadas “nuevas” necesitadas de más apoyo para que ganen confianza en sus propias posibilidades?

Y también se pueden realizar otras preguntas, en el caso del sistema empresarial cubano: ¿Está tan deteriorado el sistema que hasta que se resuelvan sus problemas es mejor no priorizarlas? ¿Son tantos los problemas del sistema que no tienen solución que es mejor priorizar las formas nuevas por encima de las viejas?¿No hay empresas socialistas de éxito que se deben destacar porque demuestran que sí es posible alcanzar éxitos en la economía socialista?

 Comencemos por el pollo del arroz con ese producto: “porque el Estado tiene muchas cosas, no puede”. La afirmación lleva un mensaje cuyo contenido, sea o no su intención, apoya la campaña de propaganda del enemigo externo e interno de la revolución, de que el Estado en Cuba es un estado fallido, no puede…, es ineficiente…

Y con ello no quiero desconocer la existencia de instituciones religiosas y de otro corte, que hicieron mucho de caridad pública, y lo siguen haciendo sin mucha propaganda. Resalto hoy con ello el caso del Proyecto Sociocultural Cabildo Quisiquaba y otras organizaciones que hacen mucho y no necesitan propaganda, como no sea de los que le agradecen todo lo que hacen de manera directa por los necesitados, casi siempre personas de avanzada edad, enfermos, que no tienen quien se ocupe de ellos por razones muy diversas.

No digo que no se debe resaltar la obra bella, al decir de Martí, pero al decirlo se ha de ser sumamente cuidadosos para no oscurecer ni enturbiar otras obras, que son incluso mucho mayores que una donación casual, no sistemática en el tiempo, ni mucho menos crear condiciones o resquicios por donde pueda penetrar la acción y la ideología enemiga de la revolución y de su pueblo.

Pongamos por caso la reciente noticia del análisis en el Consejo de Ministros de la marcha del Plan de Transformación de los Barrios, que hoy llegan a casi dos mil, a nivel de todo el país, a pesar de las limitaciones existentes en la economía estatal socialista, que de seguro iría mucho más rápido y alcanzaría a más personas, si se pudiera invertir más en ello.

En mis comentarios de respuesta al tema me referí a que esto estaba ligado a la necesaria lucha contra la corrupción, porque si ese Estado Socialista no controla adecuadamente, confiando sólo en elementos subjetivos de conciencia individual, iría perdiendo su credibilidad y eso conlleva ir por el camino de su desaparición.

Ironías del destino: en el desvío de más de 130 toneladas de pollo destinadas a la canasta familiar normada, aunque no lo deseamos, hay intervención no sólo de trabajadores y funcionarios estatales, sino también de alguna Mipyme.

Acaba de salir hoy día 12 de febrero a la luz pública, el artículo del Periódico Granma, donde se expresa el llamado de la Dirección de la Revolución a cerrar filas y actuar con mano dura, con firmeza y sin paños tibios ni blandenguerías y con apego a la ley. > Saul: Señala que el enfrentamiento a la corrupción, el delito, las ilegalidades e indisciplinas sociales constituyen una prioridad estratégica para todos los revolucionarios.

Los comunicadores sociales están obligados por la Constitución a tener en cuenta que la ley de comunicación social, discutida en nuestra Asamblea Nacional, es para profundizar en más socialismo y defenderlo, no es para defender la propiedad privada, no es para establecer prioridades de esa vieja y no nueva forma de gestión privada, en cualquiera de sus formas, por encima de la responsabilidad que se tiene hacia las formas socialistas que estamos construyendo sobre ellas, seguros de lograr un futuro mejor para el hombre.

Evitemos que hechos aislados no nos dejen ver el bosque, por defender particularidades, perdamos el rumbo y la visión integradora sobre la realidad que transformamos para legar una mejor sociedad a las generaciones futuras desde el presente. 

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