Notas a una lectura sobre los intentos del desmontaje del socialismo en Cuba...

 

Por Dqva Jaime

Continuando con la lectura de "Los intentos de desmontaje del socialismo en Cuba: Un análisis crítico" de Manuel Hevia Frasquieri y Andrés Zaldívar Diéguez, me detuve en el capítulo "La cruzada contra el comunismo en los 80". Entre los diversos elementos que se analizan, me llamó poderosamente la atención una cita de Caspar Weinberger, Secretario de Defensa durante el gobierno de Reagan, sobre la estrategia empleada contra el campo socialista y, en particular, contra la URSS:

"Adoptamos una estrategia integral que incluía guerra económica para atacar las debilidades soviéticas" y "Era una campaña silenciosa, trabajando a través de aliados y utilizando otras medidas".

Estas declaraciones están extraídas de la introducción del libro "Victory: The Reagan Administration's Secret Strategy That Hastened the Collapse of the Soviet Union", de Peter Schweizer. Tras descargar y leer dicha introducción, pude profundizar en las estrategias de la administración Reagan contra la URSS, donde la guerra económica y la subversión desempeñaron un papel central. A continuación, resumo sus principales ejes:

 

La estrategia apuntaba al corazón del sistema soviético e incluía:

 

1-Apoyo encubierto financiero, logístico y de inteligencia al movimiento Solidaridad en Polonia.

 

2-Ayuda financiera y militar masiva a la resistencia afgana, junto con el fomento de la infiltración de muyahidines para extender el conflicto al territorio soviético.

 

3-Una campaña para reducir drásticamente los ingresos en divisas de la URSS, mediante la colaboración con Arabia Saudí para bajar el precio del petróleo y la restricción de las exportaciones de gas natural a Occidente.

 

4-Una sofisticada operación de guerra psicológica para sembrar indecisión y temor en el liderazgo soviético.

 

5-Una campaña global que combinaba diplomacia secreta para limitar severamente el acceso soviético a tecnología occidental de punta.

 

6-Una extensa campaña de desinformación tecnológica, diseñada para perjudicar la economía soviética.

 

7-Una agresiva acumulación de defensa de alta tecnología que, según informes soviéticos, tensionó gravemente su economía y agudizó la crisis de recursos.

 

Estas mismas herramientas, con sus particularidades y adaptadas al contexto cubano, son las que se han aplicado sistemáticamente contra Cuba durante más de 60 años: una guerra económica genocida, institucionalizada en la legislación imperial a través de un entramado de leyes que culmina con la Helms-Burton, complementada con la construcción y el apoyo a una contrarrevolución mayoritariamente artificial.