Reflexiones del Profe: ¿ Ingenuidad, Idealismo, o desconocimiento de la realidad ?

Por Roberto R. Dávila Cabrera

Muchos años de mi vida los he dedicado a la labor de dirección, y después, a su enseñanza, especialmente en la labor de dirección política de la sociedad. Y esa vida me ha enseñado que la ingenuidad, el idealismo y el desconocimiento de la realidad son incompatibles, desastrosos, para cualquier actividad de dirección que realice cualquiera que ejerza esa labor.

Y esos tres elementos mencionados los he visto y oído en la televisión nacional, nada menos que en la Mesa Redonda, programa ideado y creado por Fidel, sin que Randy Alonso reaccionara como periodista indagador, no como conductor del programa. Ni un cuestionamiento como indagación a lo dicho por los dirigentes presentes.

La reacción sobre lo dicho la pude leer en redes casi de inmediato, y eso motiva mis ideas al respecto.

Para mí, son verdaderos economistas todos los que cada día tienen que inventar como vivir con escasos recursos financieros, carencias materiales de cualquier tipo, ni pensar que puedan comprar dólares de manera legal.

Se libera la circulación de la divisa, cualquiera que esta sea; Ud. va a un restaurante u otro centro de servicios, de venta de productos, cualquiera que este sea, y puede pagar en divisa, al precio dictado por la oferta y demanda en el mercado cambiario.

Después, el que recibió la divisa, como no puede operar con ella, va al banco a cambiarla por lo oficial establecido, y le pagamos en moneda nacional, y todo resuelto, el Estado estará recaudando divisas para la nación.

Y lo dicho es solo una arista de tan complejo asunto.

Me pregunto: ¿Qué mecanismos de control tiene el Estado sobre este hecho de pago en divisas de manera particular por un usuario a quien lo atiende? ¿Es confianza o ingenuidad pensar, o no pensar, que el que cobró en divisas va a tomar el caminito trazado por el Estado para cambiar en moneda nacional la divisa recibida?

Si el Estado tiene tales excelentes mecanismos de control, ¿Cómo es posible que se dejen de recaudar 9000 millones que deben ir a sus arcas, y no pase nada? Y este tema de la no recaudación, de la violación del fisco se reitera, se repite, y en cifras no despreciables.

Y no es el único problema del control estatal, ni es un asunto nuevo, como es el hecho de vender productos a un precio que permite a especuladores comprar más barato para después vender a dos o tres veces el precio de compra, y no pasa nada, y no se puede o no se ha podido controlar nunca, según parece.

 Y no queremos que el Estado se dedique a establecer tales mecanismos de control, no son sus funciones, es mejor dejarlo a los mecanismos económicos del mercado, que espontáneamente todo lo regula al modo capitalista, claro que no socialista, aunque eso significa que la desigualdad social siga incrementándose sin saber cuando se resolverá; quizás cuando surge otra Revolución que no permita que esas cosas pasen.

Para no divagar y tratar de ser lo más concreto posible sobre el asunto: la realidad cubana tan compleja que se vive, parece no conocerse por los dirigentes que deben transformarla a través de la economía, demostrando “ingenuidad”, “idealismo”, “buenos deseos e intenciones”. Pero la vida nuestra, la realidad nuestra, no funciona así.

Los que están en los negocios sacan cuentas, buscan los precios del cambio de las monedas, si la compra venta es en divisas, es un precio, si es en moneda nacional es otro, con incremento, según se dice, como mínimo, de un 10 por ciento. Si yo, jubilado conozco de eso porque me lo cuentan, porque con lo que gano ni pensar en hacer algo parecido, como los que viven de dirigir la economía, que afecta a todos, no lo van a saber mejor que yo.

Se deja bien claro que la nueva ley de asignación de divisas es para los que operan con ellas, no para las muchas personas, la mayoría del pueblo, que no puede no operar, contar con ella, ni comprarla en ese mercado cambiario. Suerte los que recibimos algo por FE, digo, familiares en el exterior, que de esa manera contribuimos a la recaudación de divisas, sea el Estado o el empresario privado, como hemos aprobado en la Constitución Socialista vigente.

Muy buena la intención de la ley, recaudar divisas, para lograr una buena redistribución de ella de forma que “llegue a todos”.

¿Desconociendo la realidad que se vive, con buenos deseos e intenciones, con buenas ideas, se va a lograr?

Lo planteado a toda la nación por la Televisión Nacional, ¿es o no una distorsión, un desacierto, un error, o algo que rectificar?