domingo, 25 de mayo de 2025

La Página del Domingo: Se nos rompió lo colectivo.


 
Por Alejandro Sanchez

Escribir una página cada domingo se hace muy difícil, especialmente, lograr algo, con una mínima preparación periodística, y sea instructivo, ameno y hasta coloquial, como si de verdad estuviéramos conversando en casa.

Pudiera hablar este domingo de por qué un post sobre el esfuerzo que entraña peinar a mis dos hijas pequeñas para llevarlas al Círculo, genera el doble o el triple de interacciones que uno “serio”, este posiblemente. Y es que ese post de las niñas estaba lleno de cosas serias; desde la obligatoriedad de verse bien, de aparentar; pasando por las normas de conducta que la sociedad exige, hasta la fuerza de los roles que asumimos o nos endilgan. Debo confesarles que las peino bastante bien, sobre todo cuando no mueven tanto la cabeza.

En fin, esa disparidad de likes solo demuestra lo que se dice de Facebook y las redes sociales.

Pero, pensar en mis hijas me lleva al tema de cuántas oportunidades tuve yo a su edad, cuántas diferencias entre su época y la mía, aparte de que no tuve que usar felpitas. Tranquilos, no voy a convertir esto en una comparación, o de crítica a la Generación de Cristal. Todas las etapas y épocas tuvieron sus pro y sus contra, y la mía no es mejor por nacer en los 80s.

Yo no tuve tecnologías, mis hijas sí. Yo no ayudaba en casa, ni siquiera se me exigía; mi hija mayor lo pide desde que tiene 2 años, y se lo estimulamos.

Yo tuve círculos de interés, palacios de pioneros, campamentos pioneriles, juegos escolares, profesores y médicos a los que no había que dar “regalitos”; series de aventuras de producción nacional, masividad en opciones recreativas e instructivas. 

Todavía recuerdo mis círculos de interés en el Palacio Central de Pioneros “Ernesto Che Guevara”: Cítricos y Frutales, y Puesto de Mando de Artillería Antiaérea. Ninguno me sirvió de mucho después, pues nunca tuve ni un pobre patio para sembrar, ni durante mi Servicio Militar tuve nada que ver con la artillería. En la Secundaría, recuerdo que, como parte de Educación Laboral, ayudamos a construir un Círculo cercano a la escuela.

Mis hijas… Bueno, hay cosas de esas que se garantizaban y financiaban con recursos estatales. Algunas otras ya no escucho que se hagan, y otras, papá no cuenta con los pecunios para garantizarlas. Por suerte, ambas son muy inteligentes y buscaremos opciones para potenciar sus habilidades.

Una frase que escuché esta semana relacionada con desalojos en Chile, titula esta Página: “Se nos rompió lo colectivo”. Y pensaba, hoy, más allá del Círculo y de la escuela primaria, quizás la Secundaria, mis hijas no tendrán mucha oportunidad de disfrutar lo colectivo. Por ausencia o por su costo, pocas cosas podrán hacer fuera de casa, en un gran colectivo de niños, por lo que nuestra responsabilidad parental aumenta.

Como si de una sociedad-estanco se tratase, interactuarán con el “pedazo de colectividad”, que comparta nuestros intereses y posibilidades, con aquellos niños que sus padres puedan pagar lo mismo que nosotros. No tendrán muchas posibilidades de hacerlo con los niños cuyos padres tengan menos o con esos que tienen más.

Como si de Selección Natural se tratase, una “sociedad-estanco”, no produce nada de Más, solo lo que puede generar cada depósito. A los “niveles superiores”, llegan menos cada vez; los más suertudos.  

¿Se nos rompió lo colectivo?

Aférrese a la familia, es el más grande e importante pequeño colectivo al que pertenecemos. Disfrute el día con ellos.

Tenga buen domingo.

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