De nuevo me toma tarde escribir esta Página. Lo hago mientras voy camino a reunirme con mis hijas para pasar el día con ellas. Su madre trabaja y yo tengo el inmenso placer de cuidarlas.
Desde que soy pequeño he escuchado cientos de definiciones de qué es ser padre y algunas más que dignificarnos, casi nos encasillan o condenan a un papel triunfal, infalible, a veces hasta irreal. La primera lección que te puede dar un padre es que él puede cometer errores porque te permite vivir con la libertad de equivocarte sin que eso signifique un trauma porque sabes que lo puedes enmendar después.
Otras veces, para nuestros hijos, ser padre se convierte en una representación casi grotesca del Coco de los cuentos, o del Hombre del Saco. Eso ni voy a comentarlo.
La sociedad, por muchísimas razones encausa la vida de los hombres por derroteros complicados. A veces son tus errores y otras, circunstancias ajenas a nuestra voluntad. Solo puedo añadirles algo; ser padre es intentar ser el mejor ser humano posible pero, en todo, íntegro. Es redifícil, lo sé, pero cuando firmamos el contrato por ninguna parte decía que era fácil.
Ser padre da un miedo horrible, es una prueba constante, por todo lo anterior dicho y porque sí, porque a pesar de todo es una gran responsabilidad. Al menos, yo lo veo así. ¿Qué les transmites? ¿Qué sociedad dejas para ellos? Si son niñas (y tengo 2, imagínense); eres la primera imagen que tendrán de un hombre y cómo te comportes, así ellas exigirán su lugar, reaccionarán ante una relación de pareja, se respetarán.
Es abrumante. Pero...
Ahora cuando llegue y mi hija de 5 años, la que más claro lo tiene (su hermana es aún muy pequeña), me abrace y me diga: "Papá, eres mi amor", sabré que no tengo que temer más.
Tengan buen domingo.
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