Ha concluido el X Pleno del Comité Central, CC, del Partido Comunista de Cuba, PCC, no como uno más, sino como uno que marca pautas de alta significación para el Partido, el pueblo y la nación, y aunque necesariamente vendrán otros, no siempre se convoca un evento como un Congreso del Partido, y mucho menos se aprueba un plan conmemorativo del centenario del natalicio de una figura como el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Se valoraron otros temas como la política de cuadros, la labor ideológica, la marcha de las tareas económicas, y la labor de dirección realizada por el Buró Político del CCPCC.
Aunque siempre existen los insatisfechos con razón o sin ella, y también enemigos que nunca estarán de acuerdo con lo que se discuta o apruebe, publíquese o no, las circunstancias históricas que vive el país y su Revolución bien que aconsejaron no publicitar todo, como ha sido la costumbre y tradición del Partido de todos los cubanos revolucionarios honestos y patriotas.
Muy bueno en mi modesta opinión no publicitar todo lo discutido. El Partido tiene sus sistemas de trabajo y mecanismos internos para llegar a la militancia y al pueblo y analizar y debatir todo lo que sea necesario, sin facilitar el trabajo del enemigo histórico.
Hay objetivos mucho más claros y precisos sobre el rumbo trazado, lo que se hace y debemos seguir haciendo, y eso no dejará perder el rumbo que necesitamos.
Y ha estado presente un profundo espíritu crítico y autocrítico sobre asuntos que no tienen por qué transformarse en manipulación, bulla y "bronca de solar", que solo apoya al enemigo y sus intenciones de tratar de aniquilarnos por cualquier vía posible.
Hay temas que a muchos hubiera gustado estuvieran sobre la mesa, tengo varios en el tintero y en mi mente, al igual que muchos otros ciudadanos, militantes del Partido o no, pero un Pleno no es una Conferencia Nacional o un Congreso, y aún así, no todos los asuntos se pueden analizar ni resolver en tal tipo de eventos.
Utilicemos las vías con que contamos en el Partido para contribuir a prepararlo, así como a toda la nación, planteando ideas y posibles soluciones a los asuntos que nos afectan a todos.
Por algunas cosas que he leído en redes y en otros lugares, al enemigo le ha dolido el resultado del Pleno, y sitúan ahora en el centro de su atención, con muchas más fuerzas y recursos, los ataques hacia y contra el Partido dirigente de nuestra Revolución, por ser martiano, fidelista, y marxista-leninista, cuestión esta última que no todo el mundo destaca con la fuerza que el momento histórico necesita, exige y requiere, y seguro por eso se puede resaltar lo que está presente y forma parte del contenido esencial del llamamiento:
“El Partido Comunista de Cuba, martiano, fidelista y marxista leninista, como fuerza política rectora de la sociedad, tiene la responsabilidad de guiar al pueblo, movilizarlo para producir, desarrollarnos, crear y obtener resultados que logren, en el más breve plazo posible, mejorar las condiciones de vida de la población, dar sólido sostén a los avances sociales conquistados por la Revolución, superando nuestros propios errores e insuficiencias, y reducir la brecha social que inevitablemente ha surgido, exacerbada por la política agresiva del imperialismo en los últimos años”.
Si en algo tenemos que continuar trabajando a partir de este momento, hasta y después del Congreso, es en la investigación, estudio, dominio, de nuestra teoría revolucionaria, que es capaz de unir sentimientos, convicciones, deseos, aspiraciones, con la ciencia que crea y profundiza en la formación de la conciencia revolucionaria, en la actitud de lucha que siempre nos pidió Fidel, que contribuye a a transformar la realidad que vivimos para el bien del hombre, de todo nuestro pueblo.
Y formará parte de la preparación del X Congreso el trabajo constante a través de todas las vías posibles, para de forma consciente, no como asunto de consigna política, la gran mayoría de nuestro revolucionario pueblo combatiente sienta que ese, su Partido Comunista marxista leninista, martiano y fidelista, es y seguirá siendo la fuerza política e ideológica que guie los destinos de todos los cubanos, con el rumbo trazado acertadamente para lograr el futuro que nos merecemos.
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