Por Alejandro Sánchez
Porque esto no fue más que un episodio de la 3era Guerra Mundial de nuevo tipo, que ya se está librando. Y es que el hecho de que otros conflictos sean silenciados o superados en bulla mediática por el más reciente, no elimina su existencia. Inmediatamente después de caído el telón entre Irán e Israel, este reactivó los bombardeos a Gaza y Líbano; se calentaron varias zonas en África subsahariana y se arreció la batalla que inició o incluyó el componente bélico a este conflicto global: Ucrania.
Más allá de acuerdos entre bambalinas y golpes intercambiados y telegrafiados; los riesgos y los efectos de las bombas existen, no pueden ser totalmente controlados: Irán se enfrentó solo a dos potencias. Una de ellas, la mayor potencia (por ahora), poniendo en evidencia que, más allá de su aún activa presencia mundial, su poder está menguado. La hegemonía de Estados Unidos es nominal, más simbólica que real.
Olviden las excusas de que Estados Unidos no se mantuvo en el conflicto por la oposición política a Trump (desde lo interno de MAGA inclusive); o de la preocupación por el comercio mundial y aumento de los precios del petróleo, o porque Irán aceptó negociar, o porque se cumplieron los objetivos (que, por cierto, no se cumplieron). La realidad es que Estados Unidos no entró en un conflicto a gran escala porque constataron que no podían.
Si el primer golpe israelí o las amenazas de Trump hubieran surtido efecto; amedrentado a Irán, destruido su capacidad de defensa y ataque, o lanzado al pueblo a las calles a por la cabeza de Khamenei, ni Israel, ni Estados Unidos se hubieran detenido. Vencedores, nada hubiera importado (porque de plano ni les importó la ONU y la OIEA). Si vencieran todo hubiera sido mejor: Netanyahu se afianzaría en el poder, destruiría a quien mantiene el Eje del Mal y terminaría el trabajo en Gaza con menos estorbos. Trump, por su parte, podía acallar las protestas a lo interno en su país, silenciar al Partido Demócrata, hacerse del petróleo que necesita para competir con Rusia y China, y los más importante, arrancaría un “ladrillo” a los BRICS. No le haría falta montar el ridículo circo de mentiras y gritos de ahora.
Al vencedor nadie lo cuestiona.
Esta batalla entre el Viejo Orden y el Mundo Multipolar la ganó el segundo y sin usar a sus pesos pesados: Rusia y China. Ahora los contendientes se retirarán a sus respectivas esquinas a lamer las heridas y planificar el próximo golpe, pero con algunas diferencias.
Israel continúa siendo cuestionado por el tema palestino, Netanyahu está más débil que nunca en la sensible estructura política sionista, depende para su recuperación de su principal aliado, tan herido o más, y no tiene forma de superar el choque mediático, psicológico y económico (sobre todo este) de verse mutar de abusador a, abusado. Su dignidad, economía, ejército y población están tan desinflados como su famosa Cúpula de Hierro.
Estados Unidos, por su parte, no pudo alardear de su poderío militar. De hecho, no pudo alardear de nada. Cuando necesitas 500 entrevistas, censuras, gritos, amenazas y 300 videos didácticos de cómo debieron funcionar tus súper-bombas es porque estás muy flojo de argumentos. Varios grupos de batalla desplegados en 3 mares, sistemas aéreos de los más avanzados desplazados de otros escenarios, miles de millones en misiles interceptores, aviones cisternas, los infalibles F35 y los súper invisibles B2... para ver cómo los misiles iraníes caían, con aviso incluido, sobre Haifa, Tel Aviv, Beersheba, Dimona, Nevatim. Una vergüenza y además, un aumento de su Deuda Pública que va camino a los 37 billones (y de darse un descenso de su calificación crediticia a BBB, algo posible podría aumentar a 40 billones), con una economía en recesión en su primer semestre y 2 trimestres seguidos sin crecimiento industrial, situación que pretenden aliviar a costa de una menguada Europa, ya francamente en recesión, y con un Japón, cada vez más reacio e inconforme.
¿En cuanto a Irán? Aún tiene su programa nuclear, y tendrá más. Ya existen negociaciones con China, Pakistán y Rusia. Solo hay que comprender las palabras del ex presidente ruso Dmitri Médvedev sobre el tema. Si el Acuerdo de Asociación Estratégica con Rusia no incluía el tema militar, estaría tentado a decir que eso pronto cambiará. Al menos ya se habla de compras de 50 aviones SU-35 a Rusia.
La unidad islámica es mayor porque se dieron cuenta que uno de ellos fue capaz de resistir. Las monarquías del Golfo y Jordania (y hasta Turquía) recibieron una lección: también pueden ser golpeados cuando Irán lo decida y sigan apoyando a Estados Unidos. Y si bien eso a algunos no les importa mucho, sí a sus pueblos, aun cuando sean las acomodadas sociedades rentistas del Golfo. Si no que le pregunten a los cataríes que se están manifestando contra las bases militares norteamericanas en su país. Jordania y Turquía, Egipto también, son países árabes que han coqueteado con fuerzas políticas fundamentalistas, y la primera tiene millones de palestinos en su territorio. Traicionar al Islam puede salirle muy mal a esas naciones y sus actuales dirigentes.
A lo interno el Ayatollah y la Guardia Revolucionaria tienen más apoyo que nunca y hasta el presidente Pezeshkian, un moderado, ha cambiado su discurso por uno más radical, aunque solo sea por interés político. Araqchi, el canciller, ha despuntado como una figura política de peso y tanto su viaje a Rusia, como el del Ministro de Defensa a China, apenas terminada la batalla (para un encuentro de Seguridad de la ASEAN), arrojan muchas lecturas.
Otro tema importante quedó dilucidado en este conflicto; la ONU y los actores de la gobernanza internacional no existen. Cada vez más se determina un enfrentamiento entre bloques donde los BRICS y otras estructuras multipolares tendrán que radicalizar sus posturas, aun cuando pierdan miembros. Y si supuestos consejeros de Putin, como Alexandr Duguin lo aconsejan, ya pueden ir dando por seguro que será así.
El próximo conflicto (nuevamente Irán, algún país del espectro post-soviético o Venezuela), sea el definitivo o temporal, ya no tendrá mediadores; será de poder a poder, un bloque contra el otro, hasta que uno de los dos imponga la "Paz por la Fuerza".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sea educado. No insulte ni denigre.