viernes, 5 de julio de 2024

La conciencia y voluntad del pueblo cubano


Por MSc. Roberto Reinaldo Dávila Cabrera

Las oportunidades se pintan solas, decía mi abuela materna, y nosotros hablando de la necesidad de la defensa de la Patria revolucionaria cubana, y ahora estamos viendo un nuevo golpe de Estado en curso en Bolivia, contra Luis Arce, pero antes contra Evo Morales.
Si eso no ha pasado en Cuba en más de 65 años de Revolución a pesar de la contrarrevolución y las acciones del imperio del norte y otras fuerzas en este mundo clasista, se debe a que siempre nuestro Ejército Rebelde, nuestros luchadores clandestinos, nuestros milicianos después del triunfo del 59, han sido y son, el pueblo uniformado.
Y todas esas fuerzas que menciono formaron y fundaron nuestras invictas Fuerzas Armadas Revolucionarias y nuestro indestructible Ministerio del Interior, dirigidas por Fidel, Raúl, Ramiro, y nuestro Partido Comunista de Cuba, con profundas convicciones clasistas revolucionarias.
A nadie hubo que pagarle nada por exponer su vida combatiendo la tiranía batistiana, a la oligarquía nacional, a la contrarrevolución de dentro y de fuera, a las acciones del imperio donde las ha organizado y ejecutado, en cualquier lugar del mundo.
El carácter voluntario de la defensa del país es uno de los baluartes que nos ha hecho más fuertes siempre, aun cuando existen leyes que regulan el cumplimiento de ese deber patrio. Muestra de ello fue Angola, donde nadie fue obligado, todos antes dieron su disposición a ir, al igual que cuando se plantearon otras tantas misiones internacionalistas en distintos países de este mundo.
Y a las FAR y el MININT se ingresa por que la Patria Socialista hay que defenderla, la libertad y la independencia del país hay que mantenerlas a toda costa y costo, contra las acciones de sus enemigos, que son externos e internos, no nos engañemos, Ese es el objetivo principal de ese servicio.
Y es ese servicio una importante forja del carácter y cualidades de aquellos que se incorporan a cumplirlo, desde la Sierra Maestra y otros territorios de la nación, hasta hoy, que incluye adquirir conocimientos y tomar conciencia sobre quiénes son los enemigos principales y cuáles son las tareas principales de la Revolución en cada una de sus etapas de desarrollo.
Miles han sido los cuadros aportados por las tres instituciones mencionadas a las distintas necesidades del país.
Y se han buscado múltiples formas para que todos los que tienen que cumplir ese deber, puedan después continuar estudios, antes de que existiera la Orden 18 y después de ella, y existen instituciones docentes especializadas dentro de las FAR y el MININT para garantizar la formación y preparación de sus combatientes y oficiales.
Hay coordinaciones con otras instituciones docentes, incluida la Universidad de La Habana para que esos procesos fluyan, y no se puede entender entonces que algunas personas, por apreciaciones personales se expresen en contra del Servicio a la Defensa como algo que le quita prioridad a la formación de profesionales para una carrera, cuando en cualquier circunstancia, la defensa es la prioridad primera. Sino, que se miren en el ejemplo de Bolivia, antes, y ahora, y existen otros muchos ejemplos.
Para los que actúan y acusan a otros de extremismos, es bueno que nosotros y ellos tengamos en cuenta lo aprobado conscientemente por la mayoría del pueblo de Cuba, la ley de leyes, la Constitución de la nación. Cuando alguien, o algunos no cumplen sus postulados, y a la vez emiten graznidos aparentemente dolorosos acusando a otros por hacer lo que deben por mandato constitucional, lo menos que podemos hacer es recordarles primero que todo, que es la conciencia y la voluntad de la mayoría, como se hace en cualquier lugar del mundo donde se respeten los mandatos del soberano, lo que debemos cumplir. Nadie está excluido, sólo los casos que prevé la ley.
El artículo que reproducimos a continuación es esencial en este análisis:

ARTÍCULO 4. La defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano. La traición a la patria es el más grave de los crímenes, quien la comete está sujeto a las más severas sanciones. El sistema socialista que refrenda esta Constitución, es irrevocable. Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución.
Se es muy preciso en cuando a la defensa como deber y derecho, no solo en cuanto al servicio de la defensa como tal, sino en la responsabilidad individual de cada ciudadano de cumplir con el derecho ciudadano de defender lo que es suyo, el sistema socialista creado por este pueblo.

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