La realidad nacional estuvo signada en 2024 por un sentimiento de incertidumbre. Quizás a algunos esto pueda parecerle erróneo o inconcebible de decir por revolucionarios, pero no podemos confundir deseos con realidad, y la media, aunque si es verdad que la Revolución continúa teniendo apoyo, es que muchos no comprenden la actualidad nacional.
Y la incertidumbre parte de:
•Una situación económica que no parece reaccionar a las medidas que se aplican,
•Los resultados inmediatos de esas propias medidas, que se proyectan hacia un objetivo pero que parecen ir hacía otros, mientras atomizan aún más el entramado social cubano, generando consecuencias que no parecieron ser previstas, o entendidas, o que fueran de la dimensión exagerada que son,
•Por una comunicación y un discurso políticos, que en propias palabras del Primer Secretario del PCC, parecen no aglutinar voluntades o entendimientos,
•Por un posicionamiento de Cuba en el nuevo escenario mundial que parece definirse, pero no con total claridad.
Si nota que estas primeras líneas están repletas de supuestos es precisamente porque esa es la percepción de amplios sectores en el país. Tener certeza en el proyecto, en el legado de Fidel, no se revierte incondicionalmente en fe ciega, por el contrario; mientras más comprometida ideológicamente está la sociedad (o parte de ella), más crítica será. Esa es la primera enseñanza que debemos sacar de este año que termina.
De más está decir que el Bloqueo es condición subyacente de todos nuestros problemas, además de todas las medidas adicionales, pero ya no es circunstancial sino naturaleza estructural en nuestra sociedad desde hace 65 años. Por tanto, cualquier medida, propuesta, proyecto, decisión estratégica, incluso nuestra Lucha Ideológica debe tenerlo como complemento condicionante y no como socorrida excusa para fallos.
Quizás la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), permita explicar la causa de los estados de incertidumbre, cuando intervenciones como las del Primer Ministro tuvieron muchas reacciones de incomprensión, escepticismo y hasta desconfianza. Y no, no es un porciento despreciable de la sociedad el que mostró esta repercusión. Y aun si lo fuera, si son personas revolucionarias quienes lo reflejaron sería mucho más preocupante.
El problema radica en que sí una tercera parte de la población no logra entender a dirigentes y propuesta, a otro tercio no le importa y a los últimos les conviene todo lo anterior (a río revuelto ganancia de pescadores), el resultado, más allá de que no existan dudas reales sobre el sino de nuestra dirigencia, se vuelve en preguntas como; ¿Qué realmente estás haciendo? ¿Para quién, o qué, estás gobernando?
Más allá de esos economistas que (gracias a Dios), no son tenidos en cuenta por nuestro Estado, quienes sí son escuchados no parecen lograr ser entendidos, o no logran dar con la verdad. Del discurso del primer Ministro se puede colegir que para 2025 estamos apostando por hacer más o menos lo mismo que en 2024, quizás con el plus del tema BRICS, lo cual sigue siendo una nebulosa para el público llano y ávido de buenas nuevas (más incertidumbre).
Repetir no es malo, pero tampoco es bueno. Además de que, simbólica y mediáticamente en nuestra situación actual, no es una señal de avance precisamente, como no lo son tampoco ciertas dicotomías que en esa intervención se reflejaron.
Ahora, el déficit no solo depende de la inflación y viceversa, y de producción que aún no logramos. Reducir déficit a costa de ingresos por medidas impositivas tiene un tope, y con producciones limitadas (se habló de granos y maíz), que para colmo darán sus frutos en el transcurso del 2025, tampoco se genera un estado de bienestar, aunque sea mínimo. Las mismas condiciones de bloqueo, de desabastecimiento y limitaciones energéticas continuarán. Y viendo cómo está el mundo, las condiciones más bien pueden empeorar.
Mucho del desarrollo económico, al menos el más visible para el cubano, el propio Estado explica que pasa por el encadenamiento con el sector privado, al cual le importa poco generar para la mayoría o al menos esa es la percepción más general. Es ahí donde deben actuar las autoridades para imponerlo como requisito contractual o estimularlo con diversas fórmulas, incluidas las coercitivas y penales.
Después de 2014, cuando comenzaron las sanciones a Rusia, el Fondo Ruso de Inversión Directa, una entidad estatal, comenzó a poner dinero en préstamos e inversiones en los rubros que se deficitaron. El dinero se invertía con un objetivo y solo ese, por el bien de la nación. ¿Por qué pareciera que no hacemos lo propio?
Por el contrario, en este contexto adverso no se aprecian limitantes contra un sector privado que genera más gastos al país que beneficios (para los dueños de esos negocios sí, por supuesto), principalmente nos referimos al sector privado de los servicios, con un impacto negativo (no solo económico, sino hasta moral y político) en el gasto energético y del que es ilusorio se resuelva exigiéndoles formas de generación renovables o compitiendo por una oferta de combustible limitada, aun cuando la paguen en divisas, lo cual sabemos que casi nunca es así.
Contradictoriamente para el sector productivo, como el agrícola por ejemplo, exigimos generación energética autogestionada, lo cual no está mal del todo, pero encarece esa inversión. Y poner de ejemplo del uso de energías renovables a medio Primer Mundo, incluida China, no es la mejor opción. Todas esas naciones llegaron a su nivel de desarrollo con políticas extractivistas para nada defensoras del Medio Ambiente y ahora tienen mucho dinero para invertir en el tema, Cuba no. ¿No encarecen o ralentizan inversiones que te conviene facilitar o tengan una puesta en marcha expedita para levantar la producción en el menor tiempo posible?
Es algo a tener en cuenta, porque si bien estas inversiones en energías renovables las pueden costear megaproyectos, opciones más locales con gestores cooperativos o de hermanamiento regionales no lo tendrán tan fácil.
Otra cuestión en este sentido es el seguimiento a medidas ya adoptadas, como por ejemplo la reducción de aranceles a las importaciones de maquinarias, aperos, semillas y otros recursos para la producción agrícola.
¿Estarán priorizando las importadoras nacionales lo que es interés o estarán velando por su rentabilidad y ganancias en el proceso? ¿Cuántos productores reales pueden desarrollar esas importaciones? ¿Cuántos pueden acceder a maquinarias? ¿No estará esa medida favoreciendo a nuevos terratenientes o dueños de oligopolios que ya existen en Cuba y concentran producciones para mantener la inflación inducida, potenciando así sus ganancias? ¿Favorecerá esa medida indirectamente a una concentración de capital en manos indebidas? ¿Estamos favoreciendo e intencionando en ese proceso la gestión de cooperativas o empresas estatales de producción agropecuaria por encima de un sector agrícola privado que ha demostrado su indolencia, o incapacidad, con el aumento de la producción y la disminución de los precios?
Lo ocurrido con las MiPyMes y otras formas de gestión privada, enseña de manera fehaciente e irrefutable que no controlar y monitorear las medidas adoptadas y sus consecuencias (hacerlo de verdad, a conciencia), ocasiona muchos más problemas de los que se quieren solucionar. El tema de la producción agropecuaria es una deuda en ese sentido y el Estado tiene que ser más parte, no juez.
Y aquí quiero insertar las 4 prioridades expuestas por el Primer Secretario del PCC en enero de 2024:
•Fortalecimiento de la unidad nacional.
•Fortalecimiento de la labor ideológica.
•Aseguramiento político y comunicacional a las medidas aprobadas en la ANPP.
•Discusión sistemática sobre tendencias negativas en nuestra sociedad.
Todas y cada una se interrelacionan, así como ejecutar o cumplir con una es directamente proporcional a hacerlo con las otras. Teniendo en cuenta cómo se termina el año, ¿qué tan bien se han cumplido esas prioridades?
El aseguramiento a las medidas aprobadas no es solo político y comunicacional, y no puede interpretarse como un blindaje a cualquier crítica o razonamiento. Debe hacerse con el acompañamiento crítico del pueblo, pues es quien primero sufre las tendencias negativas o la incorrecta aplicación de esas medidas. Ya otras propuestas anteriores han requerido erradicar distorsiones.
Y es ese acompañamiento y velar porque no se afecte más el estrato social cubano, que no se fortalezcan y campeen por sus fueros clases sociales antagónicas al Socialismo y la Revolución, lo que garantizará la Unidad Nacional y la labor ideológica. Eso y fortalecer los símbolos que pueden unirnos a todos, como Fidel. Hay que recuperar esencias. Cada quien puede tener un sello, pero ¿cumple algún objetivo recordar la cena de Fidel con los carboneros por Navidad en un formato que no dista mucho de una visita estatal más?
¿Es que acaso se interpreta la labor ideológica como la búsqueda de una Unidad Nacional ficticia o aduladora, en lugar de la construcción colectiva del proceso, de su enriquecimiento constante? Y en este tema de la labor ideológica, pareciera que también la voluntad o el discurso superasen a la realidad.
Y en este sentido van dos de los puntos que menos se comprendieron y que mostraron menos coherencia con la realidad de Cuba y el papel del Estado en la sociedad socialista; la tasa de cambio flotante y el uso parcial del dólar.
La primera no tiene explicación alguna. Si bien es verdad que financieramente así funciona el mundo entero, Cuba no puede darse ese lujo. Primero porque nuestra economía no está en condiciones de jugar con una tasa cambiaría que es saboteada constantemente por quienes todos sabemos y porque depreciarías tu valor de mercado a la hora de negociar con nuevos actores, a no ser que existan otras formas compensatorias de pago, lo cual nadie sabe y ahí aparece de nuevo la incertidumbre.
Comunicacionalmente, lo primero que hace reaccionar a la población es que estás haciendo el juego a “El Toque”, y a la operación yanqui de desestabilización que lo apoya, lo cual es inmensamente negativo. Lo segundo es que estás jugando al Libre Mercado, lo cual es una falacia ya comprobada y que un estado socialista no puede permitirse.
En el segundo caso; todas las economías perciben divisas, sean dólares u otra cualquiera, y no por eso es necesario hablar de dolarización total o parcial. Otro error comunicacional, si es solo eso. Porque además, si inmediatamente hablas de continuar un proceso de desdolarización, no se entiende la línea anterior. Como tampoco se entiende si una parte del mundo en la que te estás insertando está abandonando esa moneda por las razones obvias.
El público cubano es bastante inteligente. Si no entiende más es porque sencillamente no tiene suficiente explicación e información. Y muchos se preguntan; con un próximo gobierno yanqui que ya anunció el bloqueo total de finanzas hacía Cuba y de todas las remesas, ¿de dónde saldrá ese dólar con el que se piensa contar? De nuevo, incertidumbre e incoherencia.
¿Y en cuanto a las expectativas? ¿Además de las ya mencionadas? Realmente pocas. Las propias redes replican 2 datos que, de nuevo, comunicacionalmente se dan por buenos; la instalación de 2mil MW en generación solar hasta 2026, y la inserción ya oficial en los BRICS como Estado Socio. Poco más. De nuevo más incertidumbre que certezas.
Porque si bien los 2 mil MW en parques fotovoltaicos significarán un ahorro en la compra de combustibles, garantía de generación eléctrica para el aseguramiento de todos los procesos económicos y demás, entre otros beneficios, no es de inmediato. Y su explotación puede superar los 25 años, pero debemos recordar que son sensibles a los efectos de los fenómenos climáticos, entre otras calamidades. O sea, esa no será La Solución.
Como tampoco lo es una entrada a los BRICS que la mayoría del pueblo llano no entiende en qué consiste. Por demás, crea expectativas que después pueden ser contraproducentes para la propia credibilidad del Estado. Porque ser socio de los BRICS no es la panacea, ni la aparición repentina de cientos de mercados repletos de toneladas de comida y recursos.
Dicho lo anterior, y como repetir no parece malo; aquí insertó algunos párrafos de nuestro balance del 2023, que encajan perfectamente para este año y eso no es precisamente bueno:
“Siendo objetivos y realistas, el 2023 ha sido un año desastroso, un año en el cual, amén de que nuestro país aparece en algunos artículos de “tanques pensantes”, como una prioridad estratégica para el nuevo mundo multipolar, esto no se ha reflejado en lo palpable, pues se están jugando, globalmente, destinos más importantes que el nuestro o, donde Cuba es solo una parte de un enorme juego de fuerzas mundial”.
“Economía estancada; proyectos estratégicos, con un mundo multipolar, aún en ciernes; algún sector interno que, de buena o mala voluntad, sigue teniendo como norte el Norte; problemáticas sociales y una visión de la Revolución que se "desmorona””.
“Pero, el solo hecho de que Cuba no se haya “desmoronado” aún, de que, con supremos esfuerzos y aún con errores, se haya logrado la funcionalidad del país, en medio de toda la crisis global, ya es un logro. El hecho de que se hayan entendido algunas cuestiones demandadas por la población y se planea actuar en solucionarlas y, de que se entienda, a veces pareciera a regañadientes, que hemos estado leyendo una parte del Marxismo que no es la que nos hace falta ahora mismo o, interpretándola de una forma que no es la necesaria ahora mismo, ya es un avance”.
“Cuba ha resistido, la Revolución ha resistido, el Socialismo cubano con base en su ideología Marxista-leninista y enriquecido con los mejores ideales nacionales, ha resistido. Eso es un hecho”.
“Soluciones, por cierto, no las tengo, está de más decir pero, deseos bien pensados quizás pudiera adelantar algunos”.
“Primero; olvidarnos de Estados Unidos y de cualquier cosa que venga de allí, especialmente de la comunidad cubanoamericana rica, con intereses económicos e involucrada en política. Entender que el bloqueo no es una política de un partido o gobierno, ni que surgió con la Mafia de Miami, sería indispensable para nuestros analistas, sean de la institución que sea. El bloqueo fue firmado e instituido porque el Capitalismo no podía permitir que un Socialismo tercermundista fuera posible y, para colmo, en una colonia de hecho como era Cuba. No nos van a quitar el bloqueo, no van a permitir vuelos regulares de manera normal, ni viajes estables por años de cruceros cargados de turistas, ni cientos de millonarios en hipotéticos y rentables campos de golf. ¿Por qué? Porque no pueden permitir que una economía socialista, aun cuando sea al estilo chino, sea exitosa en Cuba. Punto”.
“Segundo, acabar de romper la “maldición” de Máximo Gómez, y dejar de pasarnos en lo que debemos quedarnos cortos y, de quedarnos cortos en lo que deberíamos pasarnos. Por ejemplo; desde 1994 más del 80 % de la producción agropecuaria en Cuba está en manos del sector privado y, No tenemos comida. ¿Hasta cuándo la solución a eso será ampliar la actuación de ese mismo sector privado?”
“Tercero; el Mundo entero está marchando a un universo multipolar; los BRICS este año dejarán de usar el dólar como moneda de transacción comercial, todos los países africanos y asiáticos e incluso algunos latinoamericanos (los menos dependientes de Estados Unidos), con algún potencial económico están marchando a una economía común, diversa, que genere capacidades propias de desarrollo (no de compra y dependencia) y, apartada de Estados Unidos y Europa. Estos dos polos hegemónicos están en retirada por obra y gracia de una guerra en Ucrania y otra posible en Taiwán. Su economía está en retroceso, encareciéndose por los costos de energía y, por tanto, encareciéndose su adquisición. Sus intereses, a futuro, no serán equitativos para con ninguna economía en desarrollo, menos la cubana”.
“Cuarto; China acaba de aprobar una Ley para la Educación Política, Rusia promueve todo lo que significó la gloria de esa nación y eso incluye glorificar la Gran Guerra Patria y las conquistas de la URSS. ¿Y nosotros nos estamos debatiendo por lenguaje inclusivo o políticamente respetuoso y empoderamientos que ya la Revolución y nuestro proyecto socialista tienen en su razón de ser? Deberíamos ser un poquito menos complaciente en nuestro hablar y actuar. Quizás portarnos un poquito mal, según las normas del llamado Mundo Occidental, nos vendría mejor”.
(Aquí agregar que Cuba siempre fue faro de rebeldía para el Mundo. Debemos seguir siendo fieles a ese legado. No podemos ser nosotros quienes dejemos de ser, o parecerlo que es peor, radicales en la Obra y en el Discurso).
“Quinto; Raúl, en su discurso, planteó la solución a muchos de nuestros problemas; el que ostente cargos de Dirección y no sea capaz de cumplir su tarea que se aparte. Por ahí pasa la mayor parte de nuestras soluciones; la eficiencia de nuestra empresa estatal socialista y de toda nuestra economía pasa por cuadros revolucionarios según el concepto del Che y Fidel, no por tener mejores empresarios; la educación de nuestros jóvenes para que prioricen un futuro en Cuba pasa primero por inculcarles amor por Cuba dentro de Cuba, no el amor nostálgico desde fuera de Cuba; si queremos un pueblo entregado, honesto, humilde y laborioso todo el que tiene que dar el ejemplo, todo el que ostente un cargo público, todo el que sea un líder o figura social, tiene que serlo también; si queremos hacedores y decisores de políticas a todos los niveles que fortalezcan el Socialismo deben, primero, entender realmente el Socialismo, el marxismo-leninismo, la economía política y, entonces quizás, seríamos más coherentes y mejores planificando”.
Y para terminar, uso el mismo final del año anterior, pero cambiando las fechas:
“Eso y otras cosas, podrían hacer del 2025, a mi manera de ver, un mejor año para Cuba pero, si no lo es y aún en enero del 2026, todavía estamos aquí resistiendo, a mí me valdría. El comunismo es una sociedad tan hipotética como necesaria pero, cualquier comunista de verdad, debe estar consciente que construirlo es una aventura, un sueño muy lejano pero, que no se debe cejar en construir. Eso dijo Lenin y yo le creo”.
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