domingo, 23 de junio de 2024

La fuerza de la realidad (I)

Por Msc. Roberto Reinaldo Dávila Cabrera

Cuando comencé a escribir este artículo, tratando de aplicar la máxima de ir siempre a los antecedentes de un tema, su actualidad y perspectiva de desarrollo, me di cuenta de algo y lo recomencé. Porque abordar el tema de la realidad que hoy vivimos no es Historia.
Cuba ha cambiado, porque el mundo lo ha hecho, y la realidad y sus hechos se imponen para seguir existiendo, para no correr el riesgo de desaparecer como otros.
El socialismo que tuvimos la dicha de tener por factores múltiples, no es el que hoy podemos, al igual que el capitalismo en las formas que hoy restablecemos, no puede ser igual al que ya vivimos y generó una revolución.
La realidad impuso el tener que convivir con formas económicas, culturales e ideológicas que por su esencia son contradictorias y en determinadas circunstancias antagónicas; socialismo vs capitalismo, la contradicción fundamental de la época en que vivimos.
Un capitalismo luchando para no perecer, y un socialismo naciente al que se quiere ahogar. Tal realidad no todos la tienen presente, o la percepción sobre ello es diferente para muchos en nuestra realidad concreta.
Tenemos dos amigos y aliados poderosos en Rusia y China. Una con relaciones muy distintas económicamente a la etapa de su socialismo, que ya no existe, y la segunda, quizás hoy la mayor potencia económica, política y social, de carácter socialista, pero con un socialismo diferente al que nosotros tuvimos.
Pero al igual que Rusia, y pudiera agregar otros países amigos, las bases del intercambio económico, político o de cualquier otra índole, se basan en principios diferentes a los que tuvimos antes, pero los que se aplican hoy son también muy válidos, al dejar muy claro que se basan en logros mutuamente ventajosos para las partes.
Cuba hoy tiene que insertarse en el mundo que la rodea, y las relaciones de intercambio son capitalistas. Pero el cambio en marcha, especialmente con los BRICS, no es el de utilizar el dólar imperial norteamericano, sino las monedas nacionales de los países que se integran. O la nueva moneda en creación, también llamada BRICS, entre otros cambios sustanciales.
Es muy importante entender que las formas capitalistas privadas aprobadas como formas de gestión en la Cuba de hoy, se restablecen para coexistir y actuar de forma unida a las formas socialistas. Es ya, en nuestra realidad, un socialismo diferente al de ayer, y también un capitalismo que debe ser diferente al imperante que explota a la mayoría del mundo.
Todo cambio en las bases económicas de la nación trae obligatoriamente cambios en la llamada superestructura social, en las formas culturales, ideológicas, que reaparecen no de forma automática, sino a través de un proceso contradictorio, en lucha entre lo viejo que no quiere perecer y lo nuevo que se quiere consolidar.
Y ha surgido un serio problema ideológico, cuando muchos, incluidos dirigentes de máximo nivel, ven en las formas de gestión privadas capitalistas, en nuestras condiciones, lo nuevo, y en las formas socialistas creadas por la revolución, lo viejo.
Me atrevo a expresar que hay otras contradicciones actuando en nuestra realidad que exigen y requieren atención por personas responsables que no parecen tener la capacidad de verlas oportunamente, y nos están haciendo mucho daño en la conciencia individual y social en detrimento del socialismo.
Me refiero en este caso a verdaderos asuntos de contenido ideológico, empezando por el tema de que los “hacedores de ideología” no son realmente los medios.
Esa ideología de base, que es expresión del interés clasista, donde gradualmente se debe producir lo de "clase en sí, en clase para sí", se transforma solamente en una forma superior de desarrollo, que requiere estudio, explicación, conocimientos más profundos, y un sujeto consciente del papel que tiene que jugar para alcanzarlo; el Partido.
En nuestra realidad, a la vista de todos, la percepción es que esa labor de formación ideológica a favor del socialismo en las bases no se está haciendo.
Ya hemos pasado por la experiencia de tener que enfrentar y resolver la contradicción entre el país de la propaganda y el país de la realidad, donde todos los medios dicen una cosa y la realidad demuestra otra. Ahora la historia se repite, pero no como comedia, sino como tragedia.
Es un asunto ideológico de primer orden, una necesidad, trabajar para lograr que las formas capitalistas que restablecemos para contribuir a la supervivencia, realmente sean contrarias al objetivo supremo del capital, el de obtener ganancias a toda costa y todo costo para el dueño de los medios de producción o servicios.
En las nuevas circunstancias de coexistencia de esas formas diferentes de gestión, no se puede o debe cuestionar a nadie por tener dinero y recursos habidos a través del trabajo y no de la malversación, el robo o desvío de recursos. Es un nuevo asunto ideológico, una forma diferente de mirar el presente, despojándonos de ideales que en un momento tuvimos sobre el tema.
Hay que tener conciencia, en esta Cuba de nuevas realidades, que desde hace años Fidel alertó del costo de vivir con agudas diferencias sociales, algunas que la Revolución había resuelto y surgen nuevamente.
Por falta de recursos, por las consecuencias del reforzado bloqueo, por las ineficiencias y errores que cometemos los hombres, esas diferencias se expresan en la existencia de comunidades donde la revolución no ha llegado en muchos aspectos y en otros sí. Si no enfrentamos esos asuntos con política, ideología, economía y cultura adecuada, si somos insensibles y no damos prioridad a la solución de problemas que se pueden resolver si existe la voluntad para hacerlo, le estaremos dando entrada a la ideología del capital, y el socialismo será cada día un ideal lejano a alcanzar.
Cuestionamientos y opiniones críticas muy serias se han dirigido a la falta de hacer de nuestras instituciones culturales, de difusión y otras, que tiene que ver con los asuntos de contenido ideológico de la nación. Algunos se han referido a la crítica directa al Departamento Ideológico del Comité Central del Partido.
Yo no sitúo el asunto en un Departamento, que puede tener o no responsabilidad en la organización y dirección de la labor ideológica especializada, pienso que es un asunto de todo el Partido, responsable de la labor política e ideológica de la nación, a través de sus estructuras y militancia.
Siempre he confiado y confío en la Revolución, sus dirigentes principales y nuestro gobierno y Partido dirigente, que hoy, en la realidad que vivimos, tienen que luchar no sólo contra el bloqueo y todo tipo de actividad enemiga, errores, desviaciones, corrupción a cualquier nivel, como alertó Raúl que podía pasar, y nos reiteró el Primero de Enero.
Pero es importante también decir, que no hacer, o dejar hacer, no combatir, es abrir la puerta de la casa al enemigo; que ser ingenuos con lo que ocurre en nuestra realidad, es la posibilidad de tener que pagar con la vida tal ingenuidad.
Continuemos investigando, estudiando la realidad y transformándola.

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